Comer y calor, a veces es poco compatible, ¿no creéis? En verano siempre me da la sensación que con tener una sandía, un melón, higos y melocotones en la nevera podría sobrevivir sin problema. Pero claro, a veces tu cuerpo te pide un poco más, pero tus ganas de cocinar igual no se equiparan.
El otro día volví de correr que ya eran casi las 9 de la noche y estaba cansada del trabajo y el ejercicio, ¡pero me moría de hambre! Me acordé de que tenía una recetita guardada en mi email de la newsletter de Being Biotiful (si no la seguis corred a su blog porque es ¡súper!), de un pesto de guisantes que tenía muchímas ganas de probar. Y ahí que me animé a prepararlo, porque los guisantes se cuecen en un visto y no visto, y pensé que funcionaría genial como base de unas tostadas con lo que tuviera en la nevera.
Así salió este snack, comida, cena, llámalo «x», simple, saludable y con una mezcla de sabores increíble. Y no solo sirve para una noche de verano en que buscas simplificar lo máximo, sino para cualquier ocasión de picoteo o comida ligera.
Como os decía, vamos a untar las tostadas con un pesto original. Abajo os dejo las cantidades: os saldrá más que lo que necesitáis para las tostadas, pero podéis conservarlo hasta 1 semana en la nevera en un tarro hermético. Es ideal para aliñar ensaladas, pasta, espirales de verduras,… Y los complementos los que más os gusten, cualquier verdura le queda bien. Yo recopilé las verduras que tenía medio pochas en la nevera y así se convierte también en una receta de aprovechamiento, ¡olé!
Es una receta también perfecta para un Batch Cooking, ya que si tenéis el pesto y las verduras (condimentos) hechos con antelación, tardaréis 10 minutos en tenerla lista. Genial para cuando llegamos ambrientos a casa, pero sin perder de vista que sea un plato saludable y nutritivo.
Tiempo total: 30 – 10 min (dependiendo de si tenemos las elaboraciones hechas)
Raciones: 2 tostadas
Dificultad: Baja
Ingredientes:
- Pan de calidad (integral, de cereales, espelta, centeno,… a vuestra elección)
- 1/2 calabacín horneado a cubos
- 1 puñado tomates cherry horneados o salteados
- Mozzarella fresca
- Para el pesto:
- 100 gr guisantes
- 40 gr albahaca fresca
- 30 gr piñones
- 100 ml aceite de oliva virgen
- 3 cdas zumo de lima (o limón)
- 20 gr parmesano
- 1/2 cdita sal
- Chorrito de agua (opcional según consistencia)
Elaboración:
Paso 1:
Lo primero que haremos, si no tenemos el pesto hecho ni las verduras cocinadas, será prepararlo. Primero de todo corteremos el calabacín y lo llevaremos al horno unos 20 min. También podríais saltearlo para agilizar el proceso. En una sartén saltearemos los cherrys con un chorrito de aceite.
Paso 2:
Cuando los guisantes estén cocidos, los colaremos y los dejaremos enfriar. Mientras se van cocinando las verduras y una vez fríos los guisantes, seguiremos con el pesto. Pondremos en un bol o procesador de alimentos la albahaca, los piñones, el zumo y la sal. Lo trituramos unos segundos. A continuación añadimos los guisantes y, a medida que vamos triturando, vamos vertiendo el aceite en hilo, con un chorrito fino. Añadimos el parmesano y corregimos de sal.
Paso 3:
Con el calabacín y los cherry cocidos, ya podemos montar las tostadas. Untaremos el pan con un par de cucharadas de pesto (o al gusto y dependiendo del tamaño de la tostada) y encima repartiremos calabacín y tomates. Colocaremos 2 o 3 rodajas de mozzarella encima de las verduras y espolvorearemos orégano o albahaca (en especie).
Paso 4:
Gratinaremos 5-10 min al grill (en el horno o microondas, si tenemos la opción). Cuando la mozzarella esté derretida y empiece a dorarse por las puntas y el pan esté tostado, las sacaremos y las consumiremos calientes.
Hoy el brunch, ¡en casa!