El año pasado le regalé a mi pareja un curso de pasta, ¡y salimos enamorados! Nos compramos una máquina para estirar pasta y nos encanta cocinarla juntos. ¡Da una satisfacción y sabe tan bien!
Hacer pasta en casa es súper sencillo y no es necesario tener una máquina, también podéis hacerlo a mano, más abajo os explico cómo. Su elaboración es mucho más fácil y rápida de lo que os podáis imaginar y con muy pocos ingredientes podemos tener un plato increíble. Los tortellini son una de las pastas, frescas o secas, más famosas de Italia y que pueden tener gran variedad de rellenos en su interior. Hoy los haremos unos tortellini caseros de peras, cebolla, albahaca y parmesano, ¡toda una delicia!
También podéis optar por la opción más clásica: rellenos de carne picada y mortadela, al estilo de Bolonia, servidos con el tradicional ragú de carne y verduras.
Solos o con un chorrito de aceite ya están más que ricos, pero también podemos preparar una salsa. La hora que se deja en reposo la masa es el momento perfecto para prepararla y tenerla lista una vez cocida la pasta. Yo opté por una salsa de tomate especiada con albahaca, con unos trozos de parmesado.
Si queréis comprar la máquina la elección de la marca dependerá de vuestro presupuesto y de lo que la vayáis a usar. La más famosa y mítica es la italiana Imperia, que dicen que dura toda la vida, aunque encontraréis otras más baratas. La mía es Pagilo y la verdad que me va muy bien. Pero ya os digo que no hace falta, sobretodo si vais a hacer tortellini, raviolis o similares. También venden accesorios corta-pasta para cortar tallarines o espaguetis que son muy económicos.
¿Empezamos?
Tiempo total: 90 min
Raciones: 100 gr pasta (1 persona)
Dificultad: Baja
Ingredientes:
- 100 gr harina de trigo
- 1 huevo a temperatura ambiente
- Para el relleno: 1 pera, 1 cebolla pequeña, 1 puñado de albahaca y 30 o 40 gr parmesano en láminas (opcional, podéis rellenarlo de lo que más os guste)
- Salsa: 5 tomates pelados, 1 puñado de albahaca, 1 chorrito de aceite
Elaboración:
Paso 1:
Empezaremos poniendo la harina en un cuenco o sobre la mesa de trabajo y haremos un hueco en el centro, donde colocaremos el huevo. Las indicaciones que os doy son para 1 plato de pasta, 100 gr. Las proporciones son siempre por cada 100 gr 1 huevo, así que podéis agrandar la receta siempre con esta proporción, en base a los comensales.
De todas formas, las medidas no son exactas porque dependerán del tamaño del huevo y de la harina escogida. Así que puede que tengáis que agregar un poco de harina si veis que está muy húmeda o un poco de agua si la vemos muy seca. Lo importante es no abusar de la harina para que no se seque.
Paso 2:
Batiremos con cuidado el huevo dentro de la harina y poco a poco iremos incorporando la harina de las paredes dentro del huevo, intentando no romper el volcán para que no se nos desperdigue el huevo. Cuando hayamos incorporado el huevo seguiremos con las manos. Amasaremos la mezcla unos 10 o 15 min, haciendo fuerza con la palma de la mano y doblando la masa sobre sí misma, estirando y volviendo a doblar. Seguiremos hasta que nos quede una masa elástica y poco pegajosa.
Haremos una bola y la envolveremos en papel film. La llevaremos a un lugar fresco, pero nunca en la nevera, y la dejaremos reposar entre 30 min y 1 hora. Si son solo 100 gr y tenéis prisa podéis dejarla media hora, pero os recomiendo que la dejéis toda una hora, sobretodo si hacéis más cantidad. Lo que sí es importante es que no la dejéis más de 4 horas.
Paso 3:
Mientras reposa la masa prepararemos el relleno, pues debe estar frío cuando montemos los tortellini. Para ello empezaremos picando la cebolla muy pequeña y salteándola en una sartén. La idea es pocharla, así que cuando esté dorada subiremos el fuego e iremos agregando agua hasta tenerla bien tierna.
En paralelo cortamos la pera también en cubitos pequeños y la herviremos en abundante agua hasta que esté blanda. La escurriremos y la pondremos entre papel de cocina para quitarle toda la humedad. Os recomiendo repetir este proceso del papel un par o tres de veces. Cuando tengamos la cebolla pochada, agregaremos a la sartén la pera y las hojas de albahaca y lo cocinaremos unos 5 o 10 min.
Apagaremos el fuego y con la sartén retirada agregaremos el parmesano y removeremos bien hasta que se derrita. Cuando no veamos restos de parmesano, pasaremos el relleno a un bol y lo dejaremos enfriar a temperatura ambiente.
Paso 4:
Cuando la masa ya haya reposado, será el momento de estirarla. Si lo hacemos a mano, enharinaremos la superficie de trabajo y estiramos la masa con ayuda de un rodillo. Una vez que tengamos una lámina ancha, doblaremos la masa por la mitad y la volvemos a estirar. Iremos repitiendo el proceso hasta que la masa quede fina y lisa.
Si lo hacemos con máquina es muy sencillo. Allanaremos un poco la masa para que entre por el rodillo. Pondremos la ruedita de los números en el número más grande (depende de las máquinas, puede ser el 1 o el 9). Pasaremos toda la masa por el rodillo dos veces y repetiremos el proceso bajando cada vez el número del grosor, cada vez pasándola dos veces. De todas formas, para los tortellini tampoco la necesitamos hiper fina, así que yo paré en el 3, para que aguantara bien el relleno. Para que la masa no se pegue, es importante espolvorear muy ligeramente de harina la lámina de masa mientras la estamos trabajando, entre pasada y pasada. Pero como os digo, muy poquito o nos quedará súper seco.
Si la plancha de masa se hace muy larga es mejor cortarla y seguir en dos tandas, pues se nos puede romper o pegar y tendríamos que volver a empezar. Siempre la masa que no usemos es mejor dejarla cubierta para que no se seque. Si la masa se rompe al estirarla, volved a doblarla y a repetir el proceso, poco a poco se hará más elástica.
Para la cantidad de masa que hacemos podemos estirar toda la masa de golpe, pero si hiciéramos más os recomiendo hacerlo por partes. Cortáis un trozo de masa y la trabajáis, mientras dejáis envuelto el resto en papel film para que no se seque.
Paso 5:
Cortaremos toda la masa en cuadrados de unos 5 cm. Aquí dependerá de la medida que queráis conseguir. Si es vuestra primera vez o no sois muy expertos os recomiendo hacerlo un poco más grande para trabajarlo bien, también si queréis poner bastante relleno. Como todo en la cocina, es cuestión de práctica, así que a medida que lo vayáis haciendo veréis como encontráis vuestros truquitos y perfeccionáis el resultado. Tampoco queremos hacerlo muy grande porque la masa fresca aumenta de volumen al cocerla.
Pondremos un poquito del relleno en el centro, sin pasarnos, pues sino no lo podremos cerrar. Rellenaremos todos los cuadrados y debemos ser un poco ágiles para que no se nos seque la masa.
Paso 6:
El proceso de formado es muy sencillo. Primero doblaremos una punta con la opuesta en diagonal, formando un triángulo. Apretaremos los bordes, presionando con los dedos, para unir los extremos y sellar el tortellini. Luego enrollaremos las puntas sobre nuestro propio dedo y presionaremos un poco para unir las puntas. Finalmente doblaremos el extremo superior hacia adelante ¡y listo!
Dependiendo del tamaño de vuestra mano, podéis usar un dedo u otro. Si las tenéis pequeñas, el índice os irá bien. Si por lo contrario las tenéis más grandes podéis hacerlo con el meñique. El agujero no debe quedar muy grande.
Para la cantidad que tenemos podemos hacer todos los tortellini, dejarlos sobre una bandeja o plato y luego cocinarlos. Si hiciéramos más os recomiendo tapar los que ya tenéis hechos para que no se sequen o ir cocinándolos por tandas.
Paso 7:
Para cocinarlos simplemente deberemos llevar a ebullición abundante agua (1/2 litro) con sal. Cuando hierva verteremos los tortellini dentro y cuando floten y salgan a la superficie sabremos que están listos. Pueden tardar entre 1 y 5 minutos. Los colaremos y los pondremos en el plato.
Verteremos por encima la salsa de tomate casera que hemos preparado, virutas de parmesano y un poco de albahaca y a devorarlo.
Recordad que la buena pasta es la que está al dente, especialmente si vamos a servirla con una salsa, pues deberemos cocinarla o calentarla 1 minuto con la salsa elegida y eso hará que se cueza otro poco más. La pasta fresca, una vez hervida, se conserva sólo un día, como mucho al día siguiente.
Aunque parezca un proceso largo, ¡no lo es! Os he querido ir detallando todos los puntos para que no tengáis dudas, pero es muy fácil ☺️
Os animo mucho a que lo probéis en casa, además que es una ocasión genial para cocinar en familia. Además que se disfruta muchísimo luego comiendo el plato sabiendo que lo habéis hecho todo todo todo vosotros mismos.
¡Viva la pasta!