Pues resulta que hoy es San Valentín. Jajajaja lo digo así porque realmente en casa no somos mucho de celebrarlo, o al menos no en la forma «tradicional». Sí que lo usamos como excusa para salir a cenar a un sitio bonito, coger un vino bueno y darnos algún capricho, pero como lo hacemos con muchas otras celebraciones.
Pero este año, entre la pandemia y sus restricciones y el embarazo (que el vino hay que dejarlo bien lejos), además del hecho que ha amanecido un día muy gris y con mucha lluvia, decidimos hacer una «celebración casera». Así pues, me arremangué y preparé una deliciosa tarta 100% casera, desde la masa (tipo brisa) hasta el relleno final. Y el resultado la verdad que fue todo un éxito. El relleno de esta tarta de frutos rojos es bien jugoso y con un toque ácido a limón, lo que contrasta a la perfección con el crujiente y dulzor de la masa. Sin duda el mejor bocado ha sido el de recién salida del horno. Y porque no tenía helado en casa, que sino le hubiera añadido una bola por encima y el contraste de temperaturas y texturas habría sido ya la guinda del pastel.
Es una receta sencilla pero que es perfecta para cualquier celebración o para sorprender a alguien. Como os decía, es una especie de masa quebrada o masa brisa casera muy fácil de preparar y con pocos ingredientes. Montaremos la tarta en formato pie: es decir, que se trata de una elaboración cuyo relleno queda en el interior y que se tapa antes de hornear. A la hora de presentarla, para darle un toque bonito, decidí hacer un borde trenzado con los recortes de la masa, pero podéis no hacerlo o decorarlo de cualquier otra manera. Podríais hacer unos rulos, unas formas superpuestas con algún cortador, simplemente doblar los bordes de la misma tarta y presionarlos con un tenedor (al estilo empanadilla),…. ¡dejad volar la imaginación!
Y por lo que respecta al relleno, yo he usado un mix de frutos rojos, pero podríais usar solo moras o solo arándanos, ambos son rellenos exquisitos, u optar por otras frutas. Incluso por un relleno salado.
Si esta tarta no os convence, no olvidéis visitar la sección de TARTAS del blog. Ya os digo que ahí si que no sabréis cuál elegir 🙂
Espero que lo disfrutéis mucho y que paséis un gran día.
Un abrazo!
Tiempo total: 60 min + 1-2h refrigeración
Raciones: 1 tarta
Dificultad: Baja
Ingredientes:
- Para la masa:
- 300 gr harina todo uso
- 10 gr azúcar
- 1 pizca sal
- 225 gr mantequilla fría
- 120 ml agua muy fría
- Para el relleno:
- 500 gr mix frutos rojos al gusto
- Zumo 1 limón (o menos si deseado)
- 80 gr panela (o endulzante al gusto)
- 30 gr maicena
- 1 cdita canela
- Para la cobertura:
- 1 huevo para pintar (o leche)
- 1 o 2 cdas azúcar (al gusto)
Elaboración:
Paso 1:
En un bol, mezclaremos la harina, la sal y el azúcar.
Luego añadiremos la mantequilla a cubitos y amasaremos chafando con los dedos, a medida que vamos como desmenuzando los trozos de mantequilla, hasta conseguir unas migas gruesas, pero sin restos demasiado grandes de mantequilla.
Paso 2:
Entonces agregaremos el agua (que tiene que estar bien fría, casi congelada) y amasaremos un 2 minutos hasta que quede compacto y podamos formar una bola. En realidad más que amasar es mezclar hasta que todo se compacte y formemos una bola.
Dividiremos la bola en dos (una será la base de la tarta y la otra el tapa), aplanaremos un poco cada mitad y las envolveremos por separado en papel film. Lo llevaremos a la nevera entre 1 y 2 horas.
Paso 3:
Mientras enfría la masa, prepararemos el relleno. Para ello pondremos todos los ingredientes en un bol, lo mezclaremos bien y lo taparemos. De esta forma, mientras reposa la masa, el relleno irá cogiendo sabor y se irán mezclando y combinando todos los sabores.
Paso 4:
Pasado el tiempo de refrigeración, sacaremos las masas de la nevera y las estiraremos. Para ello enharinaremos de forma abundante la encimera. Pondremos una de las masas encima y espolvorearemos también harina por encima y en el rodillo. Entonces estiraremos hasta obtener un grosor de 1-2 mm. La pasaremos a un molde (ligeramente engrasado) y la presionaremos bien contra la base y los bordes. Recortaremos los sobrantes (queremos que nos quede a nivel con el molde). Mi molde es de 18 cm, os recomiendo que no sea de más de 20-22 cm o se os quedará un poco corta la masa.
Paso 5:
Sobre esta base de masa verteremos todo el relleno.
A continuación, repetiremos el proceso de estirar la masa con la otra mitad, pero esta vez colocaremos la lámina encima del relleno, cubriéndolo por completo y apoyándose sobre la otra masa y los bordes del molde.
De esta mitad seguramente también tendremos sobrantes, por las medidas que os he dado. Lo que hice fue hacer una bola, que de nuevo estiré muy fina, pero esta vez en forma de rectángulo/oval alargado, para poder cortar tiras. Cuando tuve un grosor de 1-2 mm y una extensión de unos 30-40 cm, corté tiras de 1 cm de ancho aproximadamente. Con 3 tiras hice una trenza, que coloqué en el borde de la tarta, como veis en la foto, habiéndolo pintado antes ligeramente con agua para que se pegaran bien las dos partes. Como solo me daba para medio molde, con otras 3 tiras hice otra trenza y repetí el proceso en el otro lado.
Paso 6:
Una vez hechas las decoraciones (que repito son opcionales), pinté con huevo la masa y espolvoreé una buena cantidad de azúcar pon encima. Luego hice unos cortes en la superficie (aquí también os podéis poner creativos), pero que son claves para que el aire circule y se cocine toda la tarta de forma uniforme, evitando también que el relleno humedezca demasiado la base.
Paso 7:
Finalmente, hornearemos a 220ºC (pre-calentado) 25 min. Luego, bajaremos la temperatura a 180ºC y cocinaremos otros 20-25 min o hasta que veamos que la tarta está bien dorada y cocinada.
Enjoy!