La tarta banoffee o el banoffee pie es un clásico de la repostería inglesa que combina a la perfección el caramelo o toffee, con el plátano y una crujiente base de galletas. Su nombre define básicamente lo que es, una deliciosa unión entre banana y toffee. La receta fue publicada por primera vez en el libro “The deeper secrets of the Hungry Monk” en 1974 y dicen que era el postre favorito de Diana de Gales. Como podéis suponer, desde el momento de su creación fue un éxito absoluto, hasta el punto de hacerse famosa y reconocida en todo el mundo e incluso llegar a introducir la palabra banoffee (un mix entre «banana» y «toffee») en el lenguaje cotidiano.
Es una receta muy fácil de preparar, incluso haciendo nosotros mismos el caramelo. Pero también hay quienes sustituyen el caramelo por dulce de leche o la mantequilla por leche condensada. En general, como podéis ver, es una tarta muy dulce y que además se acompaña de una capa de nata montada. Así pues os recomiendo que la hagáis con poco azúcar para compensar ?La clave de esta receta está en dejar enfriar por completo el caramelo y que repose el tiempo suficiente en la nevera para que cuaje bien. Hacía tiempo que no os traía un dulce como se debe (poco saludable, vamos jajaja) y ha valido la pena ¿no?
Decir que es está deliciosa es quedarse más que corta. Bueno, y supongo que lo habréis intuido pero… ¡es sin horno! ¡Todo un puntazo! ?
Tiempo total: 50 min + mínimo 6h reposo
Raciones: 1 tarta
Dificultad: Baja
Ingredientes:
- Para el caramelo o salsa toffee:
- 350 gr azúcar blanco
- 120 ml agua
- 200 gr mantequilla
- 150 ml nata líquida para montar
- Para la tarta:
- 350 gr galletas Maria o similar
- 180 gr mantequilla
- 1/4 cdita sal
- 3 o 4 plátanos
- Zumo de 1/2 limón
- Opcional decoración: 150 ml nata líquida para montar y 50 gr azúcar glas + virutas de caramelo o chocolate
Elaboración:
Paso 1:
Empezaremos preparando la salsa toffee para que se enfríe mientras hacemos el resto de pasos. Para ello pondremos el agua y el azúcar en un cazo a fuego medio. Lo dejamos sin remover unos 20 min, pero estando muy pendientes de que no se queme. Cuando cambie de color y tenga un tono dorado, además de que burbujeará y se habrá reducido, sabremos que está listo. Entonces le agregaremos la mantequilla, pero con mucho cuidado porque de seguida aumentará de volumen, debemos poner el fuego al mínimo y no dejar de remover hasta que se derrita del todo.
Entonces, cuando se haya derretido, agregaremos la nata y seguiremos removiendo durante un par de minutos. Lo retiraremos del fuego y, de forma opcional, podemos agregar 1 hoja de gelatina hidratada, si queremos darle un extra de «cuajado». Después, lo verteremos en un cazo o bol y lo dejaremos a temperatura ambiente para que enfríe.
Paso 2:
Mientras enfría el caramelo, prepararemos la base de la tarta. Para ello trituraremos las galletas hasta conseguir una especie de arena. Agregaremos la mantequilla derretida y lo verteremos sobre el molde, previamente forrado con papel vegetal en la base y papel de acetato en las paredes. Os propongo hacerlo así, porque el papel de acetato es mucho más fácil de trabajar que el vegetal, pero también podría funcionar, o engrasándolo mucho en un molde que sepáis que es fácil de desmoldar.
Con una cuchara presionaremos bien toda la galleta haciendo la forma del molde, incluidos los laterales, para que luego la galleta cubra toda la tarta. Debe quedar bien compacto y uniforme. Cuando tengamos la galleta bien presionada, nos llevaremos el molde a la nevera unos 15 minutos. Aprovecharemos también para cortar los plátanos en rodajas y ponerlos en un bol con el zumo de limón.
Paso 3:
Cuando la salsa toffee haya enfriado y la base de galleta reposado, será el momento de hacer el montage final de la tarta. Para ello pondremos la mitad de las rodajas de plátano sobre la galleta y encima verteremos la mitad de la salsa reservada. Luego ponemos el resto de plátano por encima y cubrimos con el resto del caramelo. Nos lo llevaremos la nevera un mínimo de 6 horas para que endurezca la salsa y la tarta cuaje.
Si lo deseáis, podéis montar un poco de nata y decorar la tarta con una capa de crema chantilly y unas virutas de chocolate o, como en mi caso, de coco caramelizado. También podéis decorar con un poco de caramelo o chocolate derretido, ¡y listo!
No es precisamente una tarta saludable, pero su sabor es increíble y es un pastel perfecto para ocasiones especiales o celebraciones. Además no tiene mucha complicación, solo hay que poner atención al caramelo, para que no se queme, pero el resto es muy sencillo. Es necesario reservarla en la nevera hasta el momento de servirla, ya que debe conservarse en frío por la nata y para que el caramelo tenga una textura cremosa.
¿Quién se anima?
?