¿Os podéis creer que con el tiempo que llevo con el blog nunca había cocinado un Pumpkin Pie? ¡Imperdonable! Con lo que me encanta a mí hacer recetas con calabaza (sobretodo postres).
El Pumpkin Pie es una tarta americana que tradicionalmente se cocina para Acción de Gracias. Yo me he adelantado un poquito y la preparo para Halloween, pues es un postre que me parece ideal y de lo más temático para esta festividad. Es una tarta deliciosa repleta de especias y super otoñal (de hecho también hay quien la prepara para Halloween o incluso Navidad). Tiene un sabor intenso e increíble, no es demasiado dulce, lo cual hace resaltar el sabor de la calabaza y los matices del resto de ingredientes. Su contraste de texturas me encanta, pues tiene un relleno cremoso y una base crujiente.
Más que una tarta es un pastel o pie, definido como «algo» hecho al horno, relleno (con carne o con frutas normalmente) y que suele llevar una masa de hojaldre en la base y por encima. De todas formas, como siempre pasa con las recetas tradicionales, el tipo de masa varia mucho según cada casa y cada uno tiene su receta preferida. Hoy os traigo mi receta básica de masa quebrada, un poco variada de la que ya tenéis en el blog en esta receta de tarta de frutos rojos, que es muy sencilla e infalible.
Por lo que respecta a la calabaza, hay quien usa puré de calabaza de lata, pero yo prefiero asar la calabaza en el horno. A parte que lo veo mucho más «natural» y de calidad, me encanta el toque caramelizado que le da la cocción al horno. También podéis hervir la calabaza si lo preferís, pero tendrá menos sabor y os podría aguar un poco el relleno.
Y no quiero despedirme si antes dejaros un recopilatorio de recetas con calabaza, tanto dulces como saladas. En el blog tenéis un montón, pero me gustaría destacaros mis preferidas:
- Risotto otoñal
- Muffins veganos
- Crema con ricotta
- Pizza con marinara de calabaza
- Pudding de chia
- Donuts al horno con chocolate
Tiempo total: 15-20 min
Raciones: 1 tarta
Dificultad: Baja
Ingredientes:
- Masa:
- 225 gr harina todo uso
- 5 gr azúcar
- 1/4 cdita sal
- 170 gr mantequilla a cubos muy fría
- 5 cdas agua muy fría (con hielos si es posible)
- 1 cdita vinagre de manzana (o de vino)
- Para pintar: 1 huevo + 1 cda leche
- Relleno:
- 330 gr puré de calabaza
- 2 huevos
- 65 gr panela
- 45 gr azúcar blanco
- 1/4 cdita sal
- 1/2 cdita nuez moscada
- 1 cda canela
- 1/2 cdita jengibre
- 1 cdita vainilla
- 115 ml nata para montar (+ 150 ml extra para decorar si deseado)
Elaboración:
Paso 1:
Empezaremos preparando la masa. En la receta de la tarta de frutos rojos os explico cómo hacerla a mano, pero hoy voy a usar un procesador de alimentos para aligerar el proceso. Así pues, en el procesador pondremos la harina, la sal y la mantequilla. Procesaremos unos segundos a máxima potencia, lo justo para romper la mantequilla y conseguir una textura tipo arenosa, con unos trozos grandes.
Paso 2:
Mezclaremos 3 cucharadas de agua con el vinagre y lo agregaremos al procesador. Procesaremos unos segundos y observaremos la consistencia. Si la vemos muy seca y vemos que no podemos formar una bola, agregaremos más agua, de cucharada en cucharada, hasta máximo las 5 indicadas en el listado de ingredientes. Si apretamos la masa y se aguanta, estará lista.
Paso 3:
Enharinaremos ligeramente la superficie de trabajo y volcaremos la masa. Amasaremos lo justo hasta formar una bola, la aplanaremos un poco, la forraremos con film y nos la llevaremos a la nevera un mínimo de 2 horas (pero podríais dejarla 1 día y hasta 1 semana).
Paso 4:
Pasado el tiempo de reposo/enfriado, enharinaremos la encimera y pondremos la masa. Espolvorearemos por encima un poco más de harina, así como también en el rodillo. Estiraremos la masa, intentando mantener una forma circular, hasta obtener un diámetro de entre 20 y 24 cm (pues las cantidades que os doy es para un molde de esas dimensiones).
Ir girando la masa y levantándola para asegurar que no se pega y se estira de forma uniforme. Si veis que se pega un poco, podéis espolvorear un poco más de harina.
Paso 5:
Trasladaremos la masa al molde y con el reverso del dedo iremos presionando para pegarla bien al fondo y a los bordes. Podemos decorar los bordes y darle forma ondulada. Para ello presionaremos desde fuera con dos dedos y desde dentro en el centro con un dedo. Así por todo el borde hasta tener todo ondulado. Es totalmente opcional, pero es como tradicionalmente se presenta esta tarta.
Paso 6:
Pincharemos la base y los laterales. Pondremos un papel vegetal sobre la masa y encima verteremos un peso (garbanzos, arroz,…). Lo hornearemos así, pre-calentado a 190ºC, durante 15 min. Retiraremos el peso y el papel vegetal y pintaremos la base con la mezcla de huevo y leche (batidos juntos). Lo llevaremos de nuevo 15 min al horno.
Paso 7:
Mientras prepararemos el relleno. En un bol cascamos los huevos y añadimos los azúcares. Con unas varillas de mano o eléctricas batiremos bien. Luego agregaremos el puré y la vainilla y volveremos a mezclar. Repetiremos el proceso primero con las especias y por último con la nata.
Paso 8:
Una vez la masa ya haya completado el segundo horneado, la sacaremos del horno y verteremos el relleno dentro. Pintaremos los bordes con la mezcla de huevo y leche y nos llevaremos de nuevo la tarta al horno. Bajaremos la temperatura a 170ºC y cocinaremos 35-40 min o hasta cuajar.
Dejaremos enfriar por completo y, si deseado, decoraremos con unos copetes de nata montada.