¿Quién no ha comido alguna vez por los ojos? No nos engañemos, la comida tiene ese poder de convicción, a la vez que tiene un poder reconfortante y nos conecta con emociones. Quizás parece muy filosófico, pero es muy cierto. Y un poco pasa con este plato, que es una reinvención del típico «macarrones con tomate» de toda la vida, lleno de tradiciones y recuerdos.
Si habéis llegado a esta receta desde mi post de Batch Cooking de otoño, ya tendréis la salsa tipo marinara preparada. Con esta salsa vamos un poquito más allá y la llenamos de un extra nutritivo con el puré de calabaza. Además, he utilizado pasta de lentejas, perfecta para intolerantes al gluten. Y, para llenarla aún más de sabor y nutrientes, le añadiremos coliflor horneada, ¡toda una delicia!
Si no habéis hecho el Batch Cooking no os preocupéis, más abajo os explico todos los detalles para preparar esta delicia.
No sé vosotros, pero yo soy fan de la calabaza y, cuando es temporada, me encanta tener siempre en cantidad en casa. Es una hortaliza muy versátil, que tanto nos puede servir para cocinar platos salados como dulces. Podemos hornearla entera, cortada por la mitad, y usarla como puré, salsa, masa dulce,… También podemos cortarla a cubos o tiras y usarla como acompañamiento o relleno de platos. Con ella podrás preparar risottos, hummus, muffins, brownies, puddings,… Aquí os dejo algunas opciones increíbles por si os sirve de inspiración:
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- Donuts de calabaza
- Pudding de chia (del mismo Batch Cooking)
- Muffins con chocolate negro
- Mermelada con naranja
- Brownie
- Gnocchis caseros
- Y si filtráis en el blog por «calabaza» encontraréis muchas más ideas
Tiempo total: 20 min (si hemos preparado el Batch Cooking)
Raciones: 2 personas
Dificultad: Baja
Ingredientes:
- 1 cebolla grande
- 175 gr puré calabaza (algo menos de la 1/2 de la calabaza, dependiendo del tamaño)
- 100 gr salsa tomate casera (5 o 6 tomates maduros)
- 70 ml agua
- 200 gr pasta de lentejas (yo he usado esta, pero podéis usar cualquier pasta de vuestro gusto)
- 60 gr coliflor horneada
- 50 gr mozzarella fresca o queso rallado tipo emmental o parmesano
- Sal, aceite, especies
Elaboración:
Paso 1:
Si hemos hecho el Batch Cooking, tendremos la calabaza asada, los ramilletes de coliflor horneados, la cebolla sofrita o horneada y la salsa de tomate casera a punto.
Así pues será tan fácil como cocer la pasta según las indicaciones del paquete. ¡Pero atención! Como luego lo vamos a gratinar, os recomiendo cocerla 4 o 5 min menos de lo que dice en el paquete, para que quede bastante al dente y acabe de hacerse al horno, pues sino nos quedará muy pastosa. También trituraremos el puré, la cebolla, la salsa de tomate y el agua hasta conseguir una salsa cremosa.
Cuando la pasta esté cocida, la pondremos en una fuente y verteremos por encima la salsa. Mezclaremos bien y después agregaremos la coliflor. Removeremos con cuidado para que no se rompa mucho. Cubriremos con la mozzarella o el queso deseado, hornearemos 10 min y gratinaremos 5 min.
Paso 2:
Si no hemos hecho el Batch Cooking no hay problema. Primero de todo cortaremos la calabaza por la mitad y la pondremos boca a bajo en una bandeja de horno con papel vegetal. Si no vamos a usar la otra mitad no hace falta hornearla. Cortaremos los ramilletes o arbolitos de coliflor y los pondremos en una fuente a parte con un chorrito de aceite y hornearemos a la vez que la calabaza, para aprovechar el horno. Ambas elaboraciones tardarán entre 30 y 40 min, dependiendo del horno. Id controlándolo. Los arbolitos de coliflor quizás tendréis que ir dándoles la vuelta para que no se quemen por un lado.
Paso 3:
Mientras se hornean las verduras, prepararemos la salsa de tomate y la cebolla. Por un lado trituraremos los tomates maduros (también podéis comprar las latas que vienen enteros y pelados, son súper cómodas) y ponerlos en un cazo con una base de aceite de oliva y un poco de orégano. Taparemos y dejaremos que se haga a fuego lento hasta que coja textura como confitada. Podéis agregarle un poco de azúcar para que no esté amargo, es cuestión de irlo probando. Por otro lado, picaremos muy fina la cebolla y la pocharemos. Yo suelo sofreírla con un poco de aceite a fuego fuerte unos minutos. Cuando empieza a dorarse y a tener un color marroncito, agrego agua tibia hasta que se consuma. Sigo así hasta que está cocida, controlando mucho el fuego, que debe estar fuerte pero removiendo con cierta frecuencia para que no se pegue.
Paso 4:
Cuando esté todo cocido, seguiremos con el paso explicado en el primer punto, para los que ya habían hecho el Batch Cooking. En una olla pondremos la cebolla, la salsa de tomate y el puré de calabaza (calabaza ya asada). Trituraremos junto al agua y comprobaremos la textura. Si queremos que sea más líquida podemos añadirle un poco más de agua. Salpimentaremos el gusto y agregaremos un poco de orégano y albahaca secos. Luego agregaremos los arbolitos de coliflor.
Si vamos a comer la pasta el mismo día, la coceremos como explicado en el punto 1. Si no, os recomiendo que guardéis la salsa en un tarro hermético de cristal en la nevera y que cozáis y gratinéis la pasta el mismo día. Sino os va a quedar demasiado blanda y el queso se va a reblandecer.
El acabado sería tan sencillo como mezclar la salsa con la coliflor y la pasta, cubrir con el queso deseado, hornear 10 min y gratinar 5 min. Lo serviríamos al momento, todavía caliente.
Comentaros que la salsa os aguanta entre 5 o 6 días e incluso se puede congelar. Además, si hacéis más cantidad, podéis usarla para otras elaboraciones. Por ejemplo, yo la aproveche como base de la pizza que hice con «sobras» el viernes. ¡Delicioso!
Espero que os haya gustado la receta, estoy segura que el sabor de esta salsa como adulzada os encantará.