¡Esta es la semana sin gluten! A principios de semana os compartía una tarta de chocolate sin harina y hoy estos muffins o magdalenas de calabaza y chocolate, ¡también sin gluten! Igual puede sonar raro no utilizar harina en repostería, ¡pero no!
Estas magdalenas tienen una esponjosidad increíble y un sabor aromático delicioso. Además de ser saludables por no llevar ni harinas con gluten ni azúcares refinados, son una manera de esconder verdura en un dulce y que a los niños (¡o adultos!) que les cuesta más comerlas, las devoren. Es una receta muy sencilla y el paso más «laborioso» es asar la calabaza ? Son un snack perfecto para el desayuno o la merienda y de una sola vez nos salen hasta 12 muffins.
¿Sabías que la calabaza es un alimento digestivo y ligero, puesto que tiene pocas calorías? Por eso es altamente recomendado para preparar recetas de repostería y es tan versátil que podemos comerla en platos salados y dulces. Aguantan 3 o 4 días perfectamente a temperatura ambiente (si no hace mucho calor claro), e incluso los puedes congelar y pasarlos por la sartén al descongelarlos para darles un toque de calor. Solos están deliciosos, pero acompañados de una bola de helado, fruta natural o alguna compota casera de fruta también están exquisitos. ¿Quién se apunta?
Tiempo total: 30 min (si ya tienes asada la calabaza)
Raciones: 12 magdalenas
Dificultad: Fácil
Ingredientes:
- 170 gr puré de calabaza
- 3 huevos orgánicos
- 60 ml sirope de agave o arce
- 80 ml aceite de oliva
- 1 cdita canela en polvo
- 1/2 cdita nuez moscada
- 1/2 cdit jengibre en polvo
- 1/4 cdita sal
- 1/2 cdita bicarbonato
- 70 gr harina de arroz
- 150 gr harina de almendra o almendras molidas
- 80 gr chocolate negro troceado (mínimo 70% cacao)
- Opcional: nueces y/o pasas como toppings
Elaboración:
Paso 1:
Si no tenemos el puré de calabaza cocinado, empezaremos por este paso. Para ello cocinaremos en el horno la calabaza, partida por la mitad y la carne boca abajo, sobre una bandeja forrada con papel vegetal. A unos 200ºC debería tardar alrededor de media hora, pero dependerá del tamaño de la calabaza. También podéis cocinarla al microondas, boca abajo en un plato y cubriendo todo el plato con una bolsa de plástico fina (tipo las del súper para la fruta o de congelar). Si usáis esta técnica os recomiendo cocinarla en tandas de 3 o 5 min e ir controlando la consistencia. Cuando esté tierna la podéis retirar.
Cuando esté cocida, dejaremos que se temple antes de pelarla. Retiraremos la piel y pesaremos la cantidad necesaria. Dejaremos que enfríe por completo y, después, lo chafaremos en puré para seguir con la receta.
Paso 2:
En un bol grande y con la ayuda de unas varillas de mano, batiremos el puré de calabaza enfriado con los huevos, el sirope de agave o arce, el aceite de oliva, la canela, la nuez moscada, el jengibre y la sal. Nos aseguraremos que los ingredientes queden bien repartidos.
Paso 3:
Sobre la mezcla anterior agregaremos la harina de arroz, la de almendra (que si no tenéis podéis triturar almendras hasta conseguir una especie de arenilla, pero sin pasaros para no soltar el aceite de las almendras) y bicarbonato.
Paso 4:
Finalmente trocearemos el chocolate. Os recomiendo que sea un chocolate de calidad y, sobretodo, chocolate con un alto porcentaje de cacao. Si queremos hacerlos saludables es la mejor opción, ya que de hecho el chocolate negro tiene muchas propiedades y la combinación con el dulzor de la calabaza es ideal. Podemos cortar los trozos más o menos grandes según nos guste. Lo integraremos bien en la mezcla para que nos quede bien repartido.
Paso 5:
Finalmente, engrasaremos un molde para cupcakes (o también podemos usar cápsulas) y rellenaremos 2/3 partes del mismo. Después nos lo llevaremos al horno, pre-calentado a 180ºC, durante unos 20 o 25 minutos, dependiendo del horno. A partir de los 20 min ya podemos abrir el horno y comprobar con un palillo o cuchillo si sale limpio.
Cuando las magdalenas estén cocinadas, retiraremos el molde del horno y lo dejaremos enfriar por completo sobre una rejilla. Con un cuchillo afilado o espátula metálica repasaremos las paredes del molde para despegar bien cada uno de los muffins.
¡Y voilá! Así de sencillos son estos mini dulces, así que no esperes más para devorarlos.
Ah! Y si quieres tener otra versión de estos muffins con boniato, sustituye el puré y listo, ya tienes otra versión de postre saludable en un zas!