En el blog encontraréis varias recetas de cupcakes o magdalenas, desde las más clásicas a más originales. Cuando horneo estos dulces lo que más busco es que queden esponjosos y sabrosos. ¡Con esta receta definitivamente lo conseguiréis!
No nos engañemos, estas magdalenas de nata no son las más saludables del mundo, pero están increíblemente deliciosas. La combinación de la nata con la mantequilla y el toque de agua de azahar resultan en un sabor exquisito. No sé a vosotros, pero me encantan los bizcochos o magdalenas que saben a cítrico y que tienen un toque final, de ahí que para esta receta será clave la ralladura de un limón o naranja. Claramente es opcional, pero os recomiendo mucho este ingrediente.
Otro truquito que aprendí de Cristiana de Un Pedacito de Cielo, es que para conseguir un copete bien alto y tan característico de estas magdalenas es someter la mezcla a un contraste térmico. Para ello, refrigeraremos la mezcla en la nevera antes de hornearla, lo que además le dará un extra de esponjosidad.
Tiempo total: 45 min + 1 hora enfriado
Raciones: 16-18 magdalenas
Dificultad: Fácil
Ingredientes:
- 250 gr azúcar blanco + 2 cdas para decorar
- 4 huevos (mejor si son ecológicos)
- 250 gr mantequilla derretida
- 400 gr harina de trigo
- 15 gr levadura química
- 1 pizca sal
- Ralladura de 1 naranja o 1 limón
- 1 cda miel
- 2 cdas agua de azahar
- 150 ml nata para montar (con un mínimo de 35% de materia de grasa)
Elaboración:
Paso 1:
Lo primero que haremos es derretir la mantequilla en el microondas, para que le de tiempo a enfriarse (sin que vuelva a endurecer). Reservaremos.
Paso 2:
Seguiremos poniendo en un bol los huevos y el azúcar y los batiremos con unas varillas eléctricas durante unos 5-8 min. Queremos que cojan mucho volumen y que se aireen. También podemos hacerlo a mano, en ese caso tardaremos entre 10 y 15 min en conseguir la textura deseada. Deben crecer entre 2 y 3 veces su tamaño inicial.
Recuperaremos la mantequilla ya atemperada y la agregaremos, sin dejar de batir, en forma de hilo constante hasta verterla toda. Removeremos un par de minutos más hasta integrar por completo.
Paso 3:
Sobre la mezcla anterior tamizaremos la harina y la levadura. Después agregaremos la sal y la ralladura. Removeremos suavemente, con movimientos envolventes o con la batidora al mínimo, hasta no ver restos de harina. Debemos tomárnoslo con calma para no bajar el volumen que ya habíamos conseguido. Verteremos la miel y el agua de azahar y removeremos un par de minutos hasta combinar.
Paso 4:
Montaremos ligeramente la nata, no es necesario que esté a punto de nieve ni muy firme, pero sí que tenga cuerpo y volumen. La agregaremos sobre la masa y ahora sí la integraremos con una espátula y movimientos envolventes para no bajar ni el volumen de la masa ni el de la nata. Taparemos con papel film a piel, para que no se seque en la parte superior y lo llevaremos a la nevera al menos 1 hora.
Paso 5:
Pasado el tiempo de reposo y enfriado, pre-calentaremos el horno a 200ºC mientras preparamos las cápsulas. Las rellenaremos 2/3 partes, no tengáis miedo de llenarlas porque nos interesa que crezcan y formar un buen copete. Pero tampoco lleguéis al borde que sino se desbordarán. Si os cuesta un poco no os preocupéis, pensad que la masa está fría de la nevera.
Si lo deseamos, podemos espolvorear un poco de azúcar sobre cada magdalena para conseguir el toque crujiente.
Paso 6:
Bajaremos la temperatura del horno a 180ºC y hornearemos las magdalenas durante unos 15 min o hasta que pinchemos con un palillo y salga limpio. No abráis el horno antes de los 15 min o cortaremos la cocción de la masa y se nos estropeará.
Nada más sacarlas del horno, con cuidado de no quemarnos, sacaremos las cápsulas del molde y las pondremos sobre una rejilla para que enfríen a temperatura ambiente. Ahora lo difícil será esperar a que enfríen del todo para devorarlas, ¡os aseguro que os encantarán!
Hola! ummmm qué ricas! te han quedado espectaculares!! muchas gracias por tus recetas!! Aprovechamos para desearte un feliz 2019! besis
❤️