El 15 de diciembre es, según el calendario de días especiales originales, el día del pastel o tarta de limón. Me encantan los postres con limón, creo que es un cítrico que le da un sabor exquisito a los postres y que queda bien en cualquier lado. La ralladura le da a cualquier bizcocho un sabor extra increíble, pero preparar también rellenos con el jugo es todo un acierto.
Ya hace un par de diciembres os compartí este cheesecake de lima limón que en casa se ha convertido en un imprescindible. Nos encanta, es súper fresquito y el contraste del dulzor de la galleta con el toque amargo del limón y la lima en el rellenos es genial. El año pasado por mi cumple también os compartí la receta del pie de limón que es un postre que le gusta a todo el mundo, porque es muy sencillo de preparar y queda muy vistoso y delicioso. En el blog también podéis encontrar unas barritas heladas saludables de limón, que sé que os van a encantar, unas galletas abizcochadas con limón.
Hoy le damos una vuelta a los postres con limón y nos lanzamos a preparar un lemon curd, que madre mía qué delicia. Los curds son una mezcla de fruta que se cuaja usando huevo al baño maría. Para darle un extra de suavidad y textura se mezcla al final con un poco de mantequilla. Son súper sedososo y se derriten en la boca. De hecho, se pueden comer solos a cucharadas, para acompañar yogures, como rellenos de bizcochos, galletas, tartas,… En este aso prepararemos una tarta con base de galleta que rellenaremos con el lemon curd. Esta vez no usé ningún topping, decidí presentarlo sencillo para que el lemon curd resalte al máximo, pero le iría genial una cobertura nata montada o un merengue.
El lemon curd es sencillo de preparar, no son necesarios muchos ingredientes, pero es importante seguir al pie de la letra la elaboración y tener en cuenta algunos tips importantes:
- A la hora de cocinar el lemon curd podéis hacerlo en un cazo o al baño maría. Os recomiendo hacerlo al baño maría, es mucho más sencillo y mucho menos probable que se cuaje. Al baño maría el bol con la crema nunca puede tocar el agua de la olla y es importante cocinarlo con un hervor suave, ya que si llega a hervir es probable que se cuaje la mezcla y la estropee.
- Como os digo, es importante hervirlo suave. Pero si después de 10 min veis que no cuaja, podéis subir un poco el fuego.
- Una vez la crema haya cuajado y esté lista, se puede colar en un chino para evitar impurezas y grumos y hacerla extra suave. No es imprescindible, pero os lo recomiendo.
- Si buscáis recetas de lemon curd probablemente veréis que usan solo yemas, pero como veréis en los ingredientes yo he usado huevos enteros. Es mucho más sencillo y el cuajado es más ligero. En lugar de 3 huevos enteros, también podéis usar 2 huevos enteros y 2 yemas de huevo. Cuantas más yemas de huevo se usen más cremosa y «pesada» será la cuajada. Y más amarilla.
- Como me encanta el limón yo le pongo bastante, y además le pongo ralladura de lima. Pero si queréis un sabor más suave y menos ácido, podéis usar menos zumo y/o ralladura. Y a la hora de rallar el limón/lima no lleguéis a la parte blanca, que es la amarga.
- Enfriar bien (varias horas) el lemon curd antes de servirlo o rellenar la tarta es clave, ya que sino tendrá una textura demasiado líquida y poco cremosa. Con el reposo y refrigerado la crema «endurece» (cuaja más) y esto también permite que el corte sea firme y que no se desparrame. El lemon curd aguanta sin problema hasta 1 semana en la nevera y 2 meses en el congelador, así que lo podéis preparar con antelación y solo tener que preparar la base cuando vayáis a querer la tarta.
¡Vamos allá!
Tiempo total: 30 min + enfriado (24h recomendado)
Raciones: 1 tarta
Dificultad: Media
Ingredientes:
- Para la base:
- 220 gr galletas digestive (o al gusto)
- 90 gr mantequilla derretida
- Para el lemon curd:
- 3 huevos a temperatura ambiente
- 150 gr azúcar blanco
- 120 ml zumo de limón
- Ralladura de 1 lima
- 55 gr mantequilla en cubos
Elaboración:
Paso 1:
Empezaremos preparando la base. Para ello trituraremos las galletas en un procesador de alimentos o en una bolsa con un rodillo. Cuando tengamos una mezcla arenosa y sin trozos de galleta, la mezclaremos con la mantequilla derretida para que se impregne bien.
Pondremos la galleta en un molde de 18 cm de diámetro y presionaremos con un vaso o las manos para darle forma a la base y los bordes.
Paso 2:
Hornearemos la base en el horno pre-calentado a 160ºC, unos 10-12 min. Solo queremos que se dore, así que controlad el tiempo según vuestro horno, sin que llegue a quemarse. Luego la reservaremos para que enfríe por completo.
Paso 3:
Ahora prepararemos el lemon curd. Para ello pondremos una olla con agua a calentar, con un bol de cristal o apto para el calor encima. Recordad que el bol no puede tocar el agua en ningún momento.
En el bol pondremos todos los ingredientes que os he listado arriba, menos la mantequilla. Removeremos de forma constante hasta que cuaje, manteniendo un hervor suave. Tardará unos 10 min o un poco más si el fuego lo tenéis muy bajo. Si tenéis un termómetro debéis conseguir una temperatura de unos 75ºC. Si no, para saber si está lista, debéis pasar un dedo por la crema y si se queda un surco suave estará lista.
Paso 4:
Colaremos la crema (pasándola por un chino) en otro bol. Enseguida pondremos la mantequilla en cubos y removeremos enérgicamente para que se derrita con el calor de la mezcla. Entonces taparemos a piel y dejaremos que la crema enfríe a temperatura ambiente.
Paso 5:
Cuando el lemon curd haya enfriado por completo, lo verteremos sobre la base de galleta también fría. Entonces nos llevaremos la tarta a la nevera (tapada) durante un mínimo de 4h, pero mejor si es toda la noche.
Y listo, después del reposo refrigerado lo podremos desmoldar y servir. Podéis consumir la tarta recién sacada de la nevera, bien fresquita, o atemperarla un poco. Si queréis ponerle algún topping os recomiendo nata montada o un merengue. El que preparé en el lemon pie le iría genial, tenéis aquí la receta.