Todos sabemos que los gnocchi tradicionales son de patata, ¿pero qué pasa si probamos nuevas recetas? Rebuscando por internet encontré esta delicia y, fanática como soy de la comida italiana y los gnocchi, decidí ponerle un toquecito salado a tanto dulce. ¿Os animáis?
Tiempo total: 80 min (si tenemos la calabaza asada)
Raciones: 2 personas
Dificultad: Media
Ingredientes:
- 140 gr calabaza asada
- 140 gr boniato asado
- 1 huevo
- 50 gr parmesano rallado + Láminas para decorar
- Sal
- Nuez moscada
- 180 gr harina trigo (o de garbanzo o la que más os guste)
- 4 cdas Maizena (o cantidad necesaria)
- Albahaca fresca
- Aceite de oliva virgen extra
Elaboración:
Paso 1:
Deberemos cocer el boniato y la calabaza al horno o al microondas. Os recomiendo que lo hagáis el día anterior, así se enfría bien antes de empezar con la elaboración de los gnocchi. Yo lo cocí al horno y lo que hice fue partir la calabaza por la mitad y ponerla bocabajo en una bandeja de horno forrada con papel vegetal. Alrededor puse el boniato entero y pinchado. Los coceremos durante 1 hora aproximadamente o hasta que estén blandos al pincharlo. También podéis cocerlos al microondas, con papel film.
Paso 2:
Cuando ya estén fríos, vamos a pesar la cantidad necesaria y lo vamos a chafar conjuntamente en un mismo bol, hasta conseguir una especie de puré.
Paso 3:
En un bol grande, batiremos el huevo y le verteremos el boniato y la calabaza hechos puré y lo integraremos muy bien. Después añadiremos el parmesano rallado y lo removeremos hasta que esté homogéneo y bien repartido. Condimentaremos con sal y nuez moscada.
Paso 4:
A continuación agregaremos la harina. Lo podemos ir añadiendo por tandas, para integrarlo bien, con la ayuda de un tenedor o las mismas manos. Cuando ya hayamos vertido toda la harina, es hora de añadir la Maizena, que en este caso también os recomiendo ir echándola a cucharadas para ir viendo lo que necesita la masa. La cantidad es orientativa, de hecho yo tuve que agregarle un poco más de la que os indico en los ingredientes: debemos conseguir una masa compacta y algo densa, que podamos estirar con las manos y que no se nos pegue. Todo dependerá de la humedad del boniato y la calabaza, no os preocupéis si tenéis que añadir más, pero tampoco os paséis o se os apelmazará.
Paso 5:
Cuando no se pegue a las manos, cogeremos una porción de masa y lo estiraremos sobre la mesa de trabajo, como si fuera un churro, de 1 cm de grosor aproximadamente. Nos saldrá bastante largo, también dependiendo de la cantidad de masa que cojamos. Después cortaremos rectangulitos de unos 2-3 cm de largo.
Paso 6:
Para dar forma al gnocchi, cogeremos un tenedor, que espolvorearemos de nuevo con Maizena, y chafaremos el rectangulito sobre el mismo. Nos saldrán pequeños cilindros, que iremos dejando sobre la mesa (también espolvoreada con Maizena). No os preocupéis si os quedan blancos, se cae al hervirlos, y recordad de ir espolvoreando Maizena sobre el tenedor o se os pegará. Debéis presionar bien, para que quede fino y luego darle la vuelta. Si los dejamos muy gruesos o los cortamos muy grandes, al hervirlos, se formará un engrudo imposible de comer.
Paso 7:
Pondremos abundante agua a hervir, con sal. Cuando hierva, tiramos los gnocchi dentro y en pocos minutos estarán. Cuando empiecen a flotar, los podemos retirar y colar para que no quede demasiada agua.
Paso 8:
Para emplatarlos, podemos servirlo con el condimento que más nos guste. Las salsas les quedan bien, sobre todo de quesos o setas, algo muy veggie. Pero también podemos optar por algo más sencillo e igual de rico como es un chorrito de aceite de oliva, unas láminas de parmesano (que con el calor de los gnocchi se deshará ligeramente y estará para morirse) y unas hojas de albahaca fresca. ¡Delicioso!
¿Muy fácil no? ¿A quién os animáis a sorprender con este plato? ?