Nos adentramos poco a poco en el otoño y apetecen ya recetas con ingredientes de temporada como el boniato, la calabaza, los puerros, las zanahorias… Esos fritters no son como los tradicionales que, como bien dice su nombre, están fritos. Son una versión saludable, con verduras asadas y cocinados al horno. Son como unas mini burgers o buñuelos súper fáciles de preparar y que combinan a la perfección con un plato de arroz o quinoa, como relleno de un wrap o como snack con una salsa, tipo dip.
Si habéis llegado a esta receta desde mi post de Batch Cooking de otoño tendréis ya las elaboraciones previas hechas o incluso ya tendréis las «bolas» hechas en la nevera. Si no, no os preocupéis, que más abajo os explico todo lo necesario para prepararlos, aunque en ese caso quizás tardaréis un poquito más.
Podemos prepararlos en cantidad y guardarlos en la nevera hasta 4 o 5 días para incluirlo en varios platos. ¡Es genial tener estos bocaditos saludables con varias verduras a mano para cualquier ocasión! En la receta de hoy, como os decía, los cocinaremos al horno, pero se pueden también freír en la sartén con un chorrito de aceite.
Como estamos en otoño he optado por verduras de temporada, pero podríais usar otros ingredientes. Por ejemplo, una receta muy similar a esta y demasiado deliciosa, son estas veggie albóndigas con arroz, coliflor, cebolla, zanahoria y queso parmesano. También podéis inspiraros en estas veggie burgers con garbanzos, avena, guisantes, espinacas, coliflor y zanahoria. Dejad volar vuestra imaginación para conseguir alternativas saludables.
¡Vamos allá!
Tiempo total: 30 min (si tenéis las verduras cocidas)
Raciones: 8 fritters/buñuelos
Dificultad: Baja
Ingredientes:
- 1 boniato pequeño
- 1 cebolla o 1/2 puerro (o combinado)
- 2 zanahorias
- 1 huevo ecológico
- 2 y 1/2 cdas harina (cualquiera de vuestro gusto)
- 1 cda queso parmesano (opcional)
- Acompañamiento: quinoa con coliflor y boniato del Batch Cooking (opcional)
Elaboración:
Paso 1:
Si no tenemos las verduras cocidas, el tiempo de receta se alargará un poco, pues tendremos que cocinarlas y dejarlas enfriar. Lo mismo con el acompañamiento.
Yo hice mi Batch Cooking dominguero y ya tenía todas las elaboraciones, de hecho como lo cociné el lunes, el domingo dejé ya hechas las bolas en una bandeja para solo tener que hornearlas. Yo asé el boniato al horno e hice un sofrito con la cebolla y la zanahoria.
Si no lo tenéis preparado, tenéis dos opciones. Por un lado cocinar todas las verduras en el horno, alrededor de unos 40 min a 200ºC, y luego rallarla o trocearla muy pequeña. Otra opción es la que os comento arriba de asar el boniato para que quede más tierno y hacer un sofrito a parte. Pero incluso también podrías hacer un sofrito con todas las verduras picadas o ralladas en crudo y ahorraros el tiempo de horno.
En cualquiera de los dos casos, una vez tengamos todas las verduras, las dejaremos enfriar por completo antes de hacer la mezcla.
Paso 2:
Pondremos las verduras en un bol y sazonaremos al gusto, agregaremos el huevo, la harina y, si lo deseamos, el queso parmesano. Mezclaremos muy bien para que se compacte todo bien. Si veis que está un poco húmedo, que podría ser porque la zanahoria tiene bastante agua, podéis agregar un poquito más de harina.
A continuación iremos cogiendo pequeñas porciones de masa e iremos haciendo bolas, las iremos dejando en una bandeja de horno con papel vegetal y las aplanaremos un poco para que quede como unas mini tortitas o buñuelos chafados. Cuando hayamos acabado con la masa, lo taparemos con papel film y lo llevaremos a la nevera. Podemos dejarlo 10 min y cocinarlo o incluso dejarlo así hasta 24h. Decididle dependiendo de cuándo queráis consumirlo.
Paso 3:
Para cocinarlo podremos hacerlo de dos modos. En una sartén con un chorrito de aceite hasta que se doren o al horno. Si optamos por hornearlos, los cocinaremos a 200ºC unos 20 min. Cuando veamos que se dora, les daremos la vuelta y los cocinaremos otros 20 min por el otro lado. Puede ser que tarde más o menos según la potencia de vuestro horno, id controlándolo.
Y ya lo tenemos. Si no los coméis todos en una sentada, podéis conservarlos en un tarro de cristal entre 4 o 5 días.
¡A disfrutar!