Otra receta de focaccia que se suma al blog. Ya sabéis lo que me encanta este pan italiano, por lo que no me canso de probar recetas e ideas. De hecho, en mi ebook de invierno también tenéis una receta de focaccia sin amasado que está deliciosaaaa! Además de otras muchas recetas top; si todavía no lo tenéis, corred ya a por el vuestro, que además ahora está de oferta!
Esta receta está inspirada en el recetón de @holalalaura: sin duda me entró por los ojos y no podía perder la ocasión de probarla. Si no conocéis el perfil, os lo recomiendo mucho, hace delicias impresionantes veganas!
Desde pequeñita he estado muy ligada a toda la gastronomía italiana, dado que he estudiado en un colegio italiano, por lo que tengo debilidad por sus tradiciones, comidas, historias… Con mis padres cada verano solíamos ir a veranear a Italia, y la primera parada de cualquier viaje era la primera área de servicio de Liguria para todos sacarnos el mono de focaccia. Dios mío, qué recuerdos y qué maravilla de pan.
La focaccia realmente es un pan súper versátil. Se puede comer sola, con un buen chorro de aove por encima, como aperitivo o snack. El toque de sal gorda para mí es un must y le da un puntazo, pero también se puede condimentar con todo tipo de vegetales o jamones. Si buscáis recetas de focaccia os saldrán infinitas y lo difícil será elegir!
En esta ocasión, prepararemos una versión simple por lo que respecta a los toppings: pintaremos bien la superficie con aceite de oliva virgen extra, para que quede bien jugosa y se potencien todos los sabores, y acompañaremos con sal gorda y unos cherrys a mitades. Una combinación básica pero de lo más efectiva.
Ya os lo adelanto en el título, y también lo veréis más abajo en las indicaciones de la receta, pero es una focaccia que requiere de reposo, así que ya os aviso que debéis planificaros. Necesitará reposar en la nevera entre 24 y 72 horas y, además, luego deberá atemperarse y levar unas 3 horitas. Pero pensad que realmente en todo este tiempo vosotros no tenéis que hacer nada, solo ser pacientes y dejar que la levadura haga su trabajo. Así que esto no sea un impedimento, simplemente organizaros bien a la hora de elaborar la receta y si sabéis que la querréis para un día concreto, porque por ejemplo tenéis una comida o reunión, planificaros los tiempos.
Tiempo total: 45 min + 24/72h reposo + 3h levado
Raciones: 1 focaccia grande
Dificultad: Media
Ingredientes:
- 550 gr harina de fuerza
- 10 gr sal
- 3 gr levadura seca para pan
- 50 gr aove
- 370 gr agua a temperatura ambiente
- Toppings deseados (yo usé aove, sal gorda y cherrys)
Elaboración:
Paso 1:
Empezaremos mezclando la harina, la sal y la levadura. Luego agregaremos el agua y empezaremos a mezclar con un tenedor/espátula o con las manos, para que se empiece a integrar. Podéis hacerlo también con amasadora.
Paso 2:
Mientras vamos mezclando e integrando, iremos añadiendo poco a poco, en forma de hilo, el aceite. Cuando lo hayamos agregado todo, empezaremos a amasar. A mano tardaremos entre 10-20 min (a máquina/amasadora menos) y debemos conseguir una masa homogénea, elástica y con fuerza, con la que podamos hacer una bola y que apenas se pegue.
Paso 3:
Pintaremos un bol con aceite, pondremos la masa dentro, taparemos con papel film y lo llevaremos a la nevera entre 24 y 72h. Cuanto más mejor, si podéis planificaros y dejarla 72h el resultado será todavía mejor.
Paso 4:
Tras el levado y reposo en frío, pasaremos la masa a una bandeja forrada con papel vegetal y la estiraremos con las manos (no con rodillo!) hasta conseguir el tamaño deseado. Podéis dejarla más o menos gorda, según deseado. Siempre manteniendo la forma rectangular. La dejaremos así durante 3h, a temperatura ambiente, para que pierda frío y leve.
Paso 5:
Una vez la masa haya levado, pre-calentaremos el horno a la máxima temperatura.
Antes de llevar la masa al horno, pintaremos la superficie con más aceite y la «agujerearemos» con los dedos para hacerle esos «surcos» tan típicos de la focaccia. Serviremos los toppings deseados y nos la llevaremos al horno, bajando la temperatura a 220ºC. La cocinaremos unos 20 min o hasta que veamos que está dorada.
Al sacarla del horno, la pasaremos a una rejilla para que la base no se humedezca.