Os estaréis preguntando, ¿por qué nos trae esta muchacha otra receta de donuts? ¡Es que me encantan! A parte de eso, me gusta poder ofreceros varias recetas, con ingredientes parecidos pero no iguales, así como pasos a pasos variados para que cada uno pueda elegir la receta que más le encaje y con la que se sienta más cómodo. Además, ¡hoy es el Día mundial del Donut y hay que celebrarlo por todo lo alto!
En el blog podéis encontrar unos mini-donuts al horno, más saludables y riquísimos. Yo los hice minis, pero pueden hacerse del tamaño deseado. También os compartí una receta de donuts clásicos y hoy volvemos que una receta similar a esta, pero con otras harinas, algún que otro amasado diferente y un cambio en la glasa de la cobertura.
El resultado de esta receta son unos donuts o donas muy esponjosos, dorados y con un fino glaseado de azúcar y leche. Como siempre, la clave está en el amasado y la paciencia, pero es un paso a paso muy sencillo. Un consejo sobre el glaseado: mejor no hacerlo muy espeso, siempre es mejor hacer una segunda capa que que nos quede una capa muy gruesa y que le de un sabor extremadamente dulce al donut.
También podéis no hacerle la glasa o preparar cualquier otro tipo de glaseado o sirope. Incluso podéis cubrirlos de chocolate, ¡para gustos colores!
Tiempo total: 180-200 min
Raciones: 16-18 donuts
Dificultad: Media
Ingredientes:
- 350 gr harina panadera (os dejo aquí la que uso yo)
- 150 gr harina de trigo (*podríais usar 500 gr de harina de trigo, pero me gusta mucho la elasticidad que da la harina panadera. En cualquier caso, lo importante es que la harina que usemos no lleve polvos de hornear)
- 100 gr azúcar blanco
- 1 y 1/2 cdita levadura seca instantánea o 3 cditas levadura seca no instantánea o 6 cditas levadura fresca**
- 200 ml agua tibia (unos 40ºC)
- 1 y 1/2 cdita sal
- 1 huevo
- 40 ml leche (de cualquier tipo)
- 60 gr mantequilla sin sal (derretida y enfriada)
- Aceite de oliva para freír (o el que deseéis)
- Para la glasas: 300 gr azúcar glas + cantidad necesaria de leche (de cualquier tipo)
**Nota: si usáis levadura seca no instantánea o levadura fresca no las podéis echar directamente a la mezcla como la instantánea. Antes debéis calentar el agua hasta que esté tibia (no más de 40ºC) y verter dentro el azúcar y la levadura. Removeremos bien y lo dejaremos reposar alrededor de 10 min, que veamos que haya burbujeado toda la superficie. Si no lo hace, significará que la levadura ha muerto (seguramente porque el agua estaba muy caliente) y deberemos repetir el proceso.
Elaboración:
Paso 1:
Si usamos la levadura instantánea, directamente pasaremos a preparar un bol con las dos harinas (o la que vayamos a usar), la levadura, la sal y el azúcar. Removeremos un poco y haremos un hueco en el centro, como un volcán. Ahí verteremos el agua, el huevo, la leche y la mantequilla derretida y lo mezclaremos ligeramente con una espátula hasta que ya no podamos seguir.
Si hemos usado cualquiera de las otras levaduras, mezclaremos la harina con la sal y, cuando la mezcla de agua, azúcar y levadura estén listas como explicado anteriormente, lo agregaremos en el volcán junto al resto de ingredientes como indicado.
Paso 2:
Cuando ya no podamos seguir mezclando con la espátula, llega el momento de amasar. Podemos hacerlo con un robot o a mano. Yo soy partidaria de hacerlo a mano, pero como os vaya mejor. Si lo hacemos con un robot a máxima potencia tardará alrededor de unos 10 min y deberemos comprobar que pasa la prueba de la membrana. Esto consiste en coger un pedacito de masa, estirarla bien con los dedos y ver que puedes formar una membrana finita, valga la redundancia, que no se rompe pero que te permite ver luz al otro lado. En esta receta de bollos suecos os dejo una foto. Si lo hacemos a mano nos puede llevar hasta 20 min, con movimientos enérgicos y trabajando con fuerza la masa, y debemos llegar al mismo punto de membrana.
Paso 3:
Conseguido el punto perfecto de la masa, haremos una bola y la llevaremos a un bol pintado con aceite. Pintaremos también ligeramente la masa para que no se seque y la taparemos con un paño o papel film para que repose y fermente. Nos puede llevar entre 1 y 2 horas dependiendo de la temperatura ambiente y lo que queremos es que doble su tamaño.
Paso 4:
Pasado el tiempo de levado, prepararemos la mesa de trabajo con un poco de harina y volcaremos la masa encima. También espolvorearemos un poco de harina por encima de la masa y sobre el rodillo que vayamos a usar. Estiraremos con cuidado y de forma uniforme la masa, hasta que tenga un grosor de unos 5mm. Después recortaremos toda la masa con unos cortadores o vasos, del tamaño deseado. Yo usé un cortador de galletas y para hacer el agujerito del centro usé el culo de una boquilla, pero podríais usar también un tapón de botella o lo que tengáis a mano. Os recomiendo mucho optimizar la masa, porque aunque luego podemos volver a amasar los retales y estirarla para hacer más donuts, no queda igual que la primera estirada, pues tiende a encogerse más.
Taparemos los donuts con un trapo y dejaremos que leven entre 45 min y 1 hora. No es necesario que doblen su tamaño, pero sí que crezcan y reposen.
Paso 6:
Pasado el tiempo de reposo, calentaremos una sartén u olla con aceite. Debemos poner suficiente aceite como para conseguir unos 4 dedos de altura y que los donuts puedan flotar. No pondremos el fuego al máximo, sino a temperatura media y que se vaya calentando gradualmente. Cuando veamos que está caliente, iremos metiendo los donuts. Deben tener sitio para flotar y moverse, así que no pongáis muchos a la vez, calculadlo en base a vuestra sartén u olla. Dejaremos que se doren 1 o 2 min por un lado y cuando veamos que tienen color, los giraremos y dejaremos que se doren por el otro lado. Al retirarlos los iremos colocando en un plato o bandeja con papel de cocina absorbente para que recoja el exceso de aceite. Repetiremos el proceso hasta acabar con todos los donuts y, cuando el papel ya haya absorbido el aceite, los iremos trasladando sobre una rejilla para que enfríen por completo.
Paso 7:
Cuando los donuts estén completamente fríos, prepararemos la glasa. Antes no, porque sino al verterla sobre el donut caliente se derretiría el azúcar y no se quedaría sobre el bizcocho.
Para ello pondremos el azúcar en un bol o plato hondo e iremos agregando poco a poco, con un chorrito, la leche. A la vez iremos removiendo con una cuchara o varillas de mano para ir integrando. Debemos conseguir una consistencia que pueda cubrir los donuts (es decir no demasiado líquida), pero que a la vez resbale ligeramente para que quede una capa delgada. Cuando tengamos la consistencia deseada, sumergiremos cada lado del donut en el glaseado y nos aseguraremos que toda la superficie quede bien cubierta. Daremos unos golpecitos y vueltas para retirar el exceso y lo volveremos a dejar sobre la rejilla para que vaya cayendo el sobrante. Os recomiendo poner un papel vegetal o de aluminio debajo, para que todo el exceso caiga ahí y luego sea fácil retirarlo. Seguiremos con todos los donuts y dejaremos reposar unos 15 o 20 min o el tiempo necesario para que se seque la glasa.
Cuando la glasa esté seca, ¡ya podremos hincarle el diente!
¿Fácil, verdad? ¡Pues no os cuento además lo ricos que están!
Hola! qué maravilla de donuts!! hasta ahora los hemos hecho al horno tipo bizcochitos que la verdad no tienen nada que ver con estos aunque están muy ricos jeje así que nos guardamos tu receta! besis