Cualquier excusa es buena para hornear unos cupcakes y decorarlos de forma creativa y divertida. Y, ¿qué mejor ocasión que Halloween para preparar unas magdalenas de calabaza, con un delicioso frosting y una decoración súper temática?
La base de estos cupcakes de calabaza para Halloween es la clásica, con la técnica de montar la mantequilla con el azúcar, a la que le añadimos el puré de calabaza para darle un extra de sabor y hacerlos ideales para esta noche de las brujas o como receta súper otoñal. Sobre un frosting tradicional de mantequilla, azúcar glas y queso crema, colocaremos una monísima calabaza de fondant, muy típico de esta festividad. Y que esto no os asuste, veréis que con unos sencillos pasos y muy pocos utensilios se consigue esta decoración tan top. Y el toque de las cápsulas de Halloween, ¡es lo más! ¡Hasta os va a dar pena hincarle el diente!
Espero haberos dado muchas ideas para este día de Halloween y no olvidéis que en el blog encontraréis varias recetas temáticas de miedo. Y ahora, vamos allá con esta sencilla receta con la que todos los invitados quedarán encantados.
Tiempo total: 60 min + tiempo de enfriado de los cupcakes
Raciones: 12-14 cupcakes
Dificultad: Media
Ingredientes cupcakes:
- 60 gr mantequilla temperatura ambiente
- 150 gr panela o azúcar moreno
- 150 gr harina de trigo
- 100 ml leche entera
- 10 gr levadura química
- 120 gr puré de calabaza
- 1 huevo
- 1/2 cdita canela
- 1/4 cdita jengibre
- 1/2 cdita bicarbonato
- 1 pizca sal
Ingredientes frosting:
- 120 gr mantequilla temperatura ambiente
- 200 gr azúcar glas
- 120 gr Philadelphia
- 1/2 cdita canela
Ingredientes decoración:
- 50 gr fondant naranja (aproximadamente)
- 5 gr fondant marrón (aproximadamente
- 1 palillo
Elaboración:
Paso 1:
Empezaremos preparando los cupcakes, para que puedan enfriar mientras preparamos la decoración y el frosting. Para ello, empezaremos batiendo, en un robot o con varillas eléctricas, la mantequilla junto al azúcar hasta conseguir una pomada. Tardará aproximadamente 5 min. Después, sin dejar de batir, agregaremos el huevo hasta integrarlo completamente.
Paso 2:
En un bol a parte tamizaremos la harina, la levadura, el jengibre, la canela, el bicarbonato y la sal. Mezclaremos bien todos estos ingredientes y después agregaremos al bol anterior 1/3 parte del total, junto a 1/3 parte de la leche. Batiremos a velocidad baja y cuando no veamos restos de harina agregaremos las 2/3 parte de secos y de leche. Repetiremos hasta no ver harina y agregaremos la última 3/3 parte de ingredientes secos y líquidos y removeremos un par de minutos más. No batiremos más para no desarrollar el glúten de la harina y evitar que nos queden unos cupcakes secos. Pararemos el robot o batidora y removeremos con una espátula para comprobar que todo se ha integrado bien y que no hay restos de harina.
Paso 3:
A la mezcla anterior agregaremos el puré de calabaza. Éste debe estar ya frío, así que os recomiendo asar la calabaza el día anterior y poner en un colador la cantidad que vayamos a necesitar para que suelte el exceso de agua. Mezclaremos bien con la espátula hasta que se reparta por toda la masa.
Después, rellenaremos las cápsulas 2/3 partes, ya que no queremos que nos crezcan mucho para poderlos decorar.
Paso 4:
Hornearemos los cupcakes, con el horno pre-calentado a 180ºC, durante unos 20 min o hasta que pinchemos con un palillo y salga limpio. Nunca debemos abrir el horno antes de que haya pasado al menos la primera mitad del horneado, ya que sino cortaremos drásticamente la cocción del cupcake y no nos crecerá o se nos deshinchará una vez sacado del horno.
Pasado el tiempo de horneado, sacaremos el molde del horno y lo dejaremos sobre una rejilla 5 min. Después sacaremos las cápsulas de dentro para que no se humedezcan y no reciban más calor. Las trasladaremos a una rejilla para que enfríen por completo.
Paso 5:
Mientras los cupcakes enfrían, prepararemos la decoración. Empezaremos con las calabazas, que es lo que más tiempo nos va a llevar. Para ello, cogeremos fondant naranja y lo amasaremos bien hasta hacerlo moldeable y elástico. Entonces, cogeremos un pedacito pequeño (como veis en la foto) y con él haremos una bola. Os recomiendo que sea una bola pequeña para que no pese mucho sobre el frosting y no se haga empalagoso de comer, pero podéis hacerla del tamaño que deseéis.
Cuando tengamos la bola hecha, nos la pondremos en la palma de la mano y cogeremos un palillo. Pincharemos el centro de la bola, le daremos la vuelta poniendo el agujero en el centro de la palma de vuestra mano y pincharemos el lado exactamente opuesto. En resumen, nos marcaremos el centro.
Paso 6:
De nuevo con la ayuda del palillo, haremos las clásica hendiduras de las calabazas. Para ello pondremos el lateral del palillo en la parte superior de la bola, con la referencia del agujero que hemos hecho previamente, y presionaremos todo el lateral del palo hacia abajo hasta encontrar la referencia del otro agujero de la parte inferior. Repetiremos el proceso con el lado opuesto de la bola, como formando una mitad, y con la «línea» perpendicular a esta, como haciendo una cruz. Después haremos otras 4 líneas, entre las 4 que ya hemos creado. ¡Y así de fácil! Ya tendremos las mini calabazas, a falta del «rabito».
Paso 7:
Para el «rabito» de la calabaza vamos a utilizar fondant marrón. Cogeremos muy poquito, como medio centímetro, y estiraremos con los dedos hasta formar una especie de churro, que debemos ir estrechando hacia la parte inferior para que nos queden la parte superior más ancha.
Con la ayuda del dedo o un pincel finito pintaremos el agujero superior de la calabaza y un poquito alrededor. Después pegaremos el «rabito». También podemos agrandar un poquito el agujero con la ayuda del palillo, pintar por dentro con agua e introducir el «rabito» dentro, apoyando la parte superior sobre la misma calabaza.
Seguiremos así para todas las calabazas y «rabitos, tantas como cupcakes tengamos, y las dejaremos secar en un plato o bandeja.
Paso 8:
Cuando los cupcakes hayan enfriado por completo y tengamos las calabazas hechas, será el momento de hacer el frosting. Para ello, pondremos en un robot la mantequilla y la batiremos a velocidad alta unos 5 min hasta que blanquee y obtengamos una textura de pomada. Pasado este tiempo, bajaremos a velocidad mínima y agregaremos el azúcar previamente tamizado. Batiremos un par de minutos con cautela para que no salga disparado y después subiremos la velocidad al máximo durante unos 3 o 4 min más.
Cuando esté todo completamente integrado, agregaremos la Philadelphia (recién sacada de la nevera, más fría) y la canela. En este caso batiremos solo un par de minutos para evitar que se baje el volumen de la masa.
Paso 9:
Rellenaremos la manga pastelera, con una boquilla ancha de estrella, y decoraremos los cupcakes. Para ello, colocaremos la manga en posición vertical en el centro del cupcake y presionaremos hacia el exterior, formando un círculo, para acabar en el mismo punto central y repetir el círculo en la parte superior y acabar con un pico en el centro.
Paso 10:
Cuando hayamos decorado todos los cupcakes, recuperaremos las calabazas de fondant que teníamos secando y colocaremos 1 por cupcake, en la parte superior, como coronándolo.
Si no vamos a comerlos inmediatamente, deberemos guardarlos en un recipiente hermético y en la nevera, para que no se derrita el frosting. Os recomiendo sacarlos unos 10 o 15 min antes de consumirlos (si no hace calor), para que el bizcocho del cupcake no esté tan frío y el frosting esté algo más cremoso.
Espero que os hayan gustado estos cupcakes de calabaza para Halloween, que aunque no tengan un aspecto terrorífico su sabor sí que os dejará helados.
Que paséis una gran noche de Halloween y ¡sorprended a vuestros comensales con ideas tematizadas!