¿Sois súper fans como yo de los crumbles con frutas o es la primera vez que escucháis a hablar de este postre? Como ya os contaba en la receta del crumble de melocotón hecho con granola casera, un crumble es un pastel que se prepara con una cantidad generosa de fruta fresca troceada cubierta de una especie de costra de migas o copos de cereales. La costra horneada queda crujiente y la fruta debajo tierna y jugosa. ¡Todo un manjar! Además, seamos sinceros, es un postre para vagos ? porque tiene muy pocas elaboraciones, todas rápidas y con ingredientes al alcance de cualquiera. ¡Pero no por eso está menos rico!
Habitualmente el crumble lleva harina para crear estas migas gruesas, pero a mi me encanta con granola o avena, lo que además lo convierte en un dulce apto para celíacos o aquellos que preferís no incluir gluten en vuestra dieta. Además es una receta sin azúcar, pues todo el dulzor se lo da la propia fruta.
Aunque cada uno le puede dar su toque, ¡imaginación al poder!, os recomiendo utilizar para la base frutas resistentes o que al menos una de ellas lo sea, sino se nos hará una mermelada, ya que el horneado es algo largo. Por eso usar manzana es un clásico y después sí que podéis añadirle otros frutos menos consistentes que le darán una cremosidad extra, como en mi caso los frutos rojos. ¡A por ello!
Tiempo total: 55 min
Raciones: 1 bandeja/recipiente de unos 30 cm
Dificultad: Baja
Ingredientes base fruta:
- 2 manzanas medianas
- 200 gr frutos rojos (yo hice 100 gr frambuesas y 100 gr fresas, pero podéis utilizar las frutas que más os gusten)
- 1/2 cdita canela
- 1/2 cdita jengibre en polvo
- 1 cda panela (u otro endulzante de vuestro agrado o nada)
- 2 cdas zumo de limón (aproximadamente 1 limón pequeño)
Ingredientes crumble:
- 150 gr cops avena
- 6 dátiles
- 1 cda almendra molida
- 1/2 cdita jengibre en polvo
- 1 cdita canela
- 50 gr nibs de cacao (son más saludables que las chips de chocolate, pero podéis sustituirlo por chips sin problema, incluso por pasas)
- 40 ml leche (puede ser vegetal o animal, incluso puede sustituirse por agua)
*Nota: podéis utilizar más u otras especies en ambas elaboraciones, según vuestros gustos o necesidades.
Elaboración:
Paso 1:
Empezaremos pre-calentando el horno a 180ºC mientras preparamos el resto de elaboraciones.
Primero de todo pelaremos las manzanas y las cortaremos en cubitos pequeños, pues así favoreceremos su cocción, que será más uniforme al resto de frutas. Las pondremos en el recipiente en el que vayamos a hornear el crumble y encima verteremos los frutos rojos deseados (en mi caso corté por la mitad las frambuesas y en 4 las fresas), las varias especies, la panela o endulzante y el zumo de limón. Removeremos muy bien para mezclarlo todo y que las frutas se impregnen de los varios sabores y aromas.
Paso 2:
En un bol a parte mezclaremos los copos de avena con los dátiles cortados muy pequeños. Debemos desmenuzarlos mucho, como si fuera una pasta y los mezclaremos con la avena con las manos, para evitar que haya pegotes y que se repartan bien por toda la mezcla. Encima espolvorearemos el jengibre, la canela, la almendra y los nibs de cacao y mezclaremos con una cuchara para que se reparta homogéneamente.
Finalmente verteremos el líquido escogido y mezclaremos de nuevo para impregnar bien todos los secos. Verteremos esta mezcla por encima de las frutas, asegurándonos que cubrimos toda la superficie.
Paso 3:
Taparemos el recipiente con papel de aluminio y lo llevaremos al horno durante 40 min. Pasado este tiempo, retiraremos con cuidado el papel de aluminio y lo cocinaremos otros 15 min para que la avena se dore y nos quede crujiente. Este paso dependerá mucho de los hornos y puede ser que se os dore antes o después, sacadlo cuando veáis que está dorado o a vuestro gusto.
Paso 4:
Al sacarlo podemos servirlo directamente y comerlo solo, con un yogur o incluso acompañado de helado. Podéis también comerlo frío, de hecho si lo guardáis en un recipiente hermético en la nevera os aguanta hasta 5 o 6 días.
¿Una receta muy fácil verdad? Y es un plato muy sabroso, lleno de vitamina y cosas sanitas, para un desayuno con energía o una merienda healthy.
Los crumbles son muy versátiles y lo divertido es que podéis adaptarlos según vuestros gustos, las frutas de temporada, las existencias que tengáis en casa,… os resolverá muchos desayunos o snacks de la semana.