Todos estaremos de acuerdo en que la manzana es una de las frutas más versátiles, que tanto nos la podemos comer sola, en postres o como acompañamiento de platos salados. Se puede cocinar de muchas formas y texturas y nos da un toque especial en varios tipos de preparación: crudas, asadas, caramelizadas, salteadas, trituradas, con o sin piel…
Me encanta la manzana y lo podéis ver en el blog, donde hay varias recetas hechas con esta fruta, ¡y a cuál más rica! Hoy concretamente os traigo una compota, que puede servir tanto para rellenar tartas, decorar bizcochos, untar tostadas o acompañar un plato de carne. ¡O incluso comerla a cucharadas! Me encantan los potitos y purés, todavía hoy en día me los sigo comprando, y la compota de manzana es algo que nunca falta en casa porque me chifla. Si como yo, os animáis a prepararla, seguid este facilísimo paso a paso, ya que básicamente se trata de pelar, cortar y cocinar, ¡se hace sola! Os daré opciones para aromatizarla a vuestro gusto, así como para conseguir la textura deseada: más entera y con algunos trocitos para, por ejemplo, decorar una tarta, o completamente triturada y cremosa para, por ejemplo, untar en tostadas.
¡Vamos allá!
Tiempo total: 40 min
Raciones: Recipiente de 1L (aproximadamente)
Dificultad: Fácil
Ingredientes:
- 1 kg de manzanas (entre 4 y 5)
- 2 cdas panela u otro azúcar (opcional)
- Zumo de 1 limón
- 1 rama de canela
- Extracto de vainilla (opcional)
Elaboración:
Paso 1:
Empezaremos pelando y descorazonando las manzanas. Después la cortaremos en cubos y la pondremos en el cazo u olla en las que las vayamos a cocinar. Verteremos por encima el zumo de limón y removeremos bien para que se impregnen todas las manzanas. Si deseamos un toque cítrico extra, podemos rallar también el limón y añadírselo a las manzanas.
Si las manzanas son maduras, no necesitaréis azúcar, pero si queréis podéis añadir alguna cucharada. Si lo hacéis, os recomiendo la panela o un azúcar moreno que le de intensidad, pero cualquier azúcar o edulcorante os serviría. De nuevo, removeremos muy bien para impregnar bien toda la fruta. Agregaremos la rama de canela y lo llevaremos a fuego medio.
Paso 2:
Cocinaremos a fuego medio hasta que veamos que el propio jugo de las manzanas empieza a hervir. En este punto bajaremos el fuego al mínimo y taparemos el cazo u olla. Si nuestras manzanas son muy verdes, quizás necesitaremos añadir un pelín de agua. Si veis que pasados unos 15 min no han soltado su jugo, podemos ayudar con un poco de agua.
Paso 3:
Cocinaremos las manzanas tapadas durante unos 20 o 30 min, removiendo de vez en cuando. El tiempo puede variar, incluso puede ser más o menos, dependiendo de la variedad de manzana, su madurez, el cazo,… Si queréis que la manzana esté todavía un poco más entera, por ejemplo para rellenar una tarta, entonces con unos 15 min quizás ya tenéis suficiente. Id comprobando el punto constantemente hasta conseguir el deseado.
Paso 4:
Una vez cocidas, si queremos darle un extra de sabor, podemos añadir una cucharadita de extracto o pasta de vainilla. Si queremos una compota cremosa y homogénea, la variedad que os traigo hoy, entonces en este punto retiraremos la rama de canela y trituraremos la mezcla unos minutos hasta conseguir una especie de puré.
Después la pondremos en un bol o plato hondo para que enfríe por completo antes de ponerla en tarros. La conservaremos en la nevera, bien tapadas. Si decidimos utilizar azúcar, nos durará un poco más, hasta 5 o 6 días. Si no, os aconsejo consumirla antes de los 3 o 4 días. También podéis congelarla y sacarla según necesitéis.
Esta receta es una fuente de fibra ideal para añadir a yogures o queso fresco, además de todos los postres y platos salados que ya hemos comentado.
Y un último tip, ¿sabíais que en repostería vegana se puede sustituir el huevo por compota de manzana?