La receta del cheesecake más adictivo del mundo ya está en vuestras pantallas. ¿Sabéis lo mejor de todo? Que la única “complicación” de esta receta es esperar a que enfríe para devorarlo.
Es un postre increíblemente fácil y está tremendamente delicioso. Sé que sois unos fans de las recetas con Oreo, siempre triunfan, ¡en casa también no os creáis!, así que de vez en cuando siempre os traigo alguna nueva idea. Y lo mejor es que suelen ser postres muy sencillos y vistosos, ideales para cualquier ocasión.
¿Quién de vosotros se animará a probar este finde esta receta? Los cheesecakes, como ya os he dicho muchas veces, son siempre un acierto. Además, si tenéis niños es una receta muy divertida y sencilla para preparar conjuntamente, ¡y la ilusión que les hace a los niños!
Su textura ligera y cremosa, con el dulzor justo, y el crunchy de las Oreo del topping os sorprenderá. Anotaros ya los ingredientes y el paso a paso, que hoy viene con extra de vídeo al final ?
Tiempo total: 15 min + mínimo 4h nevera
Raciones: 6-8 personas
Dificultad: Baja
Ingredientes:
- Para la base:
- 24 Oreo
- 60 gr mantequilla derretida
- Para el relleno:
- 400 gr Philadelphia (u otro queso crema)
- 400 gr nata líquida para montar
- 1 y 1/2 cdita esencia de vainilla
- 100 gr azúcar blanco
- 7-8 Oreo
- Para el topping:
- 4-5 Oreo
Elaboración:
Paso 1:
Empezaremos preparando la base del cheesecake. Como toda buena tarta de queso lleva una base de galleta con mantequilla. En este caso lo hemos personalizado con Oreo. Así pues trituraremos las galletas con un procesador de alimentos o dentro de una bolsa y golpeándolo con un rodillo. Cuando tengamos una textura arenosa, la pondremos en un bol y agregaremos por encima la mantequilla derretida. Mezclaremos bien para que se empape toda la galleta.
Luego lo verteremos en el molde o fuente en la que vayamos a montar el cheesecake. Si no es desmoldable os recomiendo que lo forréis con papel vegetal para poder desmoldarlo. Presionaremos bien la galleta para que quede repartida por toda la base de forma uniforme y se compacte.
Nos lo llevaremos a la nevera mientras preparamos la crema.
Paso 2:
Preparar el relleno será sencillísimo. En un bol grande verteremos toda la Philadelphia y la batiremos con unas varillas eléctricas entre 1 y 2 min, para aligerarla y hacerla más cremosa. Después agregaremos la nata, el azúcar y el extracto de vainilla. Batiremos de nuevo, esta vez entre 4 y 5 min, para ligeramente airear la nata y darle volumen a la mezcla, pero no queremos llegar a montarla. Cuando esté bien cremoso, trocearemos 7 u 8 Oreo (o al gusto) y mezclaremos con una espátula y movimientos envolventes para no bajar el aire conseguido.
Paso 3:
Recuperaremos el molde de la nevera y verteremos todo el relleno sobre la base de galletas. Nos aseguraremos que quede bien repartido, sin dejar huecos en las esquinas. Si lo deseamos, podemos trocear alguna otra galleta por la superficie.
Luego nos lo llevaremos a la nevera un mínimo de 4 horas. Pasado este tiempo estará más cuajado pero todavía cremoso. Si lo dejamos toda la noche tendrá más consistencia. Podemos desmoldarlo o servirlo directamente desde el mismo molde o fuente.
Como veis en el título, lo he nombrado como «cheesecake bars» porque lo he cortado en pequeñas barras individuales, pero podéis servirlo como mejor veáis.
Yo aproveché para prepararme un té de menta que me traje de mi reciente viaje a Marrakech y la combinación ya os digo que fue deliciosa.
¡Súper merienda de domingo!
También os dejo un vídeo en el que en menos de 1 minuto os enseño a preparar este delicioso postre. Comentaros que en el caso del vídeo reduje las medidas a la mitad para adaptarlo al molde, así que lo podéis ajustar según necesidad.
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