La receta que os traigo hoy se va a convertir fácilmente en una de vuestras preferidas, ¡es una maravilla! Es una especie de flan con caramelo, pero al que añadimos queso crema y nata para darle más cremosidad y un toque diferente. Por así decirlo, es un mix entre un flan o natilla y una tarta de queso, ¿qué puede salir mal?
El flan, tradicionalmente, se prepara con huevos, leche, azúcar y vainilla, aquí podéis ver la receta original. Pero como os decía añadimos Philadelphia y nata para montar, lo que le da una textura y sabor a queso increíbles. Creo que combinan genial.
Y no nos olvidemos del caramelo, un indispensable en este tipo de tartas. Esta vez lo he preparado al microondas, para aligerar la receta y para daros diferentes opciones. No hace mucho os compartí una receta de crema volteada en la que os enseñaba a hacer caramelo en sartén. Así que aquí os la dejo linkada, para que veáis todos los tips y elaboración por si queréis optar por esta opción.
Ah! Y para infusionar la leche y la nata, esta vez lo he hecho en el fuego, pero también podríais hacerlo en el microondas. Os dejo aquí la receta de natillas al micro para que veáis cómo hacerlo.
Veréis que sobre la capa de «flan» o «crema» añado una genovesa. Es un bizcocho muy ligero, en el que no se usa levadura química, sino que se emplea el aire conseguido al batir las yemas y las claras para darle volumen. Creo que le da un puntazo utilizar este bizcocho como base del pudding, pero es algo opcional.
Es un postre que no tiene muchos secretos y es realmente sencillo, pero sí quiero comentaros algunos tips o cositas:
- Pre-calentad el horno y seguid bien las instrucciones que os doy de temperaturas (veréis que a medio horneado la bajamos y tapamos la tarta para que se cocine pero no se queme).
- No os olvidéis del baño maría, es clave. Intentad que cubra casi la mitad el molde.
- Es clave, para un resultado 10 y una textura cremosa, dejar enfriar la tarta por completo a temperatura ambiente y refrigerarla sin desmoldar toda la noche (o al menos 5 horas).
- Yo lo he preparado en un molde tipo plumcake, porque es como más me gusta hacer los puddings de este tipo, pero lo podríais hacer también en un molde redondo de unos 20-25 cm de diámetro o en vasitos individuales.
- Para desmoldarla, os recomiendo pasar un cuchillo por las paredes del molde y luego invertirla con energía y golpe seco sobre un plato o bandeja. Si vierais que no se os desmolda, no le deis golpes, sumergid la base en una cacerola con agua hirviendo durante unos segundos, esto debería derretir el caramelo y ayudaros a poder darle la vuelta.
Por último, deciros que os he dejado un vídeo en Instagram con la elaboración. ¡No os lo perdáis!
¡Espero que os encante la receta!
Tiempo total: 80 min + refrigeración
Raciones: 1 tarta
Dificultad: Baja
Ingredientes:
- Caramelo:
- 100 gr azúcar
- 20 gr agua
- Pudding:
- 150 gr Philadelphia a temperatura ambiente
- 50 gr azúcar + 10 gr para infusionar
- 3 huevos
- 250 ml leche
- 100 ml nata para montar
- Piel de 1 limón
- Genovesa:
- 1 huevo
- 30 gr azúcar
- 30 gr harina para postres (o harina de trigo + 1/4 levadura química)
Elaboración:
Paso 1:
Empezaremos por el caramelo. Para ello humedeceremos el azúcar con el agua y cocinaremos al microondas 4 min y dejaremos reposar 1 dentro del mismo micro. Si no lo vemos listo, podemos seguir en tandas de 30 seg. Lo pasaremos rápidamente al molde y lo moveremos bien para repartir por toda la base. Reservaremos.
Paso 2:
Para preparar el pudding, empezaremos infusionando la leche y la nata. Las pondremos en un cazo, junto con los 10 gr de azúcar y la piel del limón. Lo llevaremos a fuego medio hasta que empiece a burbujear (unos 60ºC), lo taparemos y dejar infusionar unos 10 min. Mientras, batiremos la Philadelphia y el azúcar con unas varillas hasta que esté bien homogéneo y cremoso. Entonces agregaremos los huevos de 1 en 1 los huevos, batiendo entre medio para integrarlo muy bien. Colaremos encima la leche y natas infusionadas y removeremos rápido para que no cuaje.
También en este punto pre-calentaremos el horno a 165ºC.
Paso 3:
Solo nos quedará preparar la genovesa. Separaremos la clara y la yema. La clara la montaremos a punto de nieve y reservaremos. A parte batiremos con unas varillas la yema un par de minutos, entonces agregaremos el azúcar y seguiremos batiendo unos 5 min o hasta blanquear toda la mezcla. Uniremos ambas con una espátula y movimientos envolventes. Tamizaremos la harina e integraremos de nuevo con movimientos suaves.
Paso 4:
Verteremos el pudding sobre el caramelo reservado (si queremos podemos colarlo, para retirar posibles impurezas) y encima de éste repartiremos con cuidado y de forma uniforme la genovesa (intentando que cubra todo el pudding). Pondremos el molde en un recipiente con agua hirviendo (intentando que cubra la 1/2 del nuestro molde aproximadamente), para hacer un baño maría.
Paso 5:
Nos lo llevaremos al horno 20 min. Tras este tiempo, lo taparemos con aluminio para que no se nos queme la genovesa, bajaremos la temperatura a 150ºC y lo hornear otros 30 o 40 min o hasta cuajar. Lo sabremos porque si movemos el molde se moverá todo el flan en bloque y no debemos ver partes líquidas. Debe tener como una textura gelatinosa.
Lo sacaremos del horno y lo dejaremos enfriar por completo a temperatura ambiente. Luego lo refrigeraremos toda la noche o un mínimo de 5 horas.
Para desmoldarlo, pasaremos un cuchillo por los bordes y le daremos la vuelta sobre una bandeja o plato de forma enérgica. Y voilà!
Conservarlo en la nevera hasta 3 o 4 días. Aunque también se puede congelar hasta un mes, bien cerrado en un recipiente hermético. Para comerlo, simplemente deberéis dejar que se descongele en la nevera y luego dejarlo unos 10 min a temperatura ambiente antes de servirlo.