Amantes del queso, ¡hoy es vuestro día! Y para celebrar el Día internacional del Queso os traigo esta propuesta de aperitivo más que deliciosa.
Es una opción ideal para acompañar algún plato o para un picoteo con amigos o familia. ¿No os pasa que cuando queréis hacer un pica-pica o aperitivo al final siempre acabáis haciendo los mismos platos? Pues aquí una idea para probar algo nuevo y que estoy convencida que sorprenderá a todos vuestros comensales. Además, más abajo os explicaré como dejar la receta casi lista para que solo tengáis que darle el toque final y poder estar pendientes de vuestros invitados. Esto es algo que a mí me pone muy nerviosa cuando invito gente a casa, porque quiero que todo esté acabado de hacer pero también estar con ellos, ¡pues aquí la solución!
Si os encanta el queso como a mí, sabréis que la mejor combinación es con algo dulce. Me flipan los quesos curados con miel o con alguna confitura, o como es el caso de esta receta, un queso fuertecito como el camembert, rebozado, con una mermelada de frambuesas o arándanos. Ufff se me hace la boca agua. En esta ocasión compré la mermelada ya hecha, pero de muy buena calidad y con algunos tropezones, ¡esas son las mejoras! También podéis usar otros frutos rojos o incluso hacerla con higos, ahora que se acerca la temporada. Aquí os explico cómo prepararla y podríais adaptarla también a otros frutos rojos.
Ah, antes de acabar, no os perdáis el vídeo que os he dejado en Instagram con el sencillísimo paso a paso.
¡A cocinar!
Tiempo total: 30 min
Raciones: 8 porciones
Dificultad: Baja
Ingredientes:
- 1 queso camembert redondo de 150 gr aprox u opción ya cortada en triangulitos (se puede sustituir por queso brie)
- 3 cdas harina (o la necesaria)
- 150 gr pan rallado (o el necesario)
- 1 huevo (o más si necesario)
- Aceite para freír
- Mermelada/compota de frambuesa o arándanos de calidad (o la deseada)
Elaboración:
Paso 1:
Si hemos comprado un camembert redondo entero lo cortaremos en triángulos, más o menos todos del mismo tamaño. Si ya compramos las porciones hechas, nos aseguraremos si el tamaño nos encaja o si queremos cortarlos por la mitad.
Paso 2:
Pasaremos los triangulitos primero por la harina, después por el huevo batido y después por el pan rallado. Lo volveremos a pasar por el huevo y por el pan rallado, este doble rebozado será clave para evitar que el queso se salga durante la fritura.
Paso 3:
Calentaremos abundante aceite en una sartén o cazo, a temperatura media-alta y cuando esté caliente agregaremos los quesitos y freiremos hasta que estén dorados y crujientes, moviéndolos de vez en cuando para que no se peguen. A medida que estén listos, los iremos colocando en un plato con papel absorbente para que chupe el exceso de aceite.
Los serviremos inmediatamente y, cuando aún estén calientes, añadiendo por encima la mermelada escogida. El bocado dulce y salado, crujiente y tierno a la vez, os sorprenderá muchísimo.
Y como os decía al principio, si queréis dejar algo avanzado el día de antes o por la mañana, lo que podéis hacer es preparar todo el rebozado y simplemente no freírlos. Los guardaremos en un recipiente hermético en la nevera y los sacaremos en el momento de cocinarlos.
¡Que lo disfrutéis!