Os parecerá raro que ahora, en plena Semana Santa, os traiga una receta típicamente otoñal, ¡pero así soy yo! Igual que siempre os cuento que los pestiños, típicos de Pascua, en mi familia los cocinamos también en Navidad, pues lo mismo pasa con estos buñuelos. Aunque son típicos de Todos los Santos, en casa también nos gusta mucho prepararlos para las fiestas de Pascua o Semana Santa, ¡así somos! De hecho, he estado investigando un poco por Internet y en algunas zonas de España también se cocinan en Carnaval y en Cuaresma, y pueden ser dulces o salados, así que no estoy sola 🙂
Los buñuelos de viento o bunyols de vent son un dulce muy tradicional y típico, una especie de delicatessen al alcance de todos, pues aunque parezca una receta difícil en realidad es mu fácil de preparar. Como muchos otros postres tradicionales españoles, es de herencia judía. Los sefarditas elaboraban unos bollos fritos con harina de trigo a los que llamaban bimuelos ya en el siglo X para celebrar la Janucá, una celebración próxima en fechas a la celebración de Todos los Santos y los cristianos adoptaron este postre como otros muchos para esta fecha.
Hoy los rellenaremos de una crema pastelera casera, que es uno de los rellenos clásicos, junto con el de nata. Pero podéis rellenarlos de chocolate, mermelada o incluso dejarlos sin rellenar.
¿Empezamos?
Tiempo total: 60 min (+2h de reposo)
Raciones: 30 o 40 buñuelos
Dificultad: Baja
Ingredientes buñuelos:
- 200 gr agua
- 25 gr mantequilla
- 25 gr azúcar blanco
- 1 pizca sal
- Ralladura de 1 limón (opcional)
- 130 gr harina de repostería
- 4 huevos a temperatura ambiente
- Aceite de oliva o de girasol para freír
- Azúcar glas para espolvorear (opcional)
Ingredientes crema pastelera:
- 3 yemas de huevo a temperatura ambiente
- 300 ml leche entera a temperatura ambiente
- 30 gr Maicena
- 60 gr azúcar blanco
Elaboración:
Paso 1:
Empezaremos preparando la crema pastelera, incluso mejor si la preparamos el día anterior, porque necesitamos que esté fría cuando rellenemos los buñuelos. Para ello, separaremos las claras de las yemas, reservando estas últimas para más adelante. Pondremos las yemas en un bol un poco grande y las batiremos un par de minutos. Después le agregaremos el azúcar y seguiremos unos 5 min más hasta que blanqueen y aumenten su tamaño. Deben tener una consistencia algo densa. Antes de seguir, sacaremos 3 cucharadas de leche de los 300 ml medidos y los mezclaremos con la Maizena para diluirla. Después agregaremos la Maizena en este punto a las yemas, mezclando enérgicamente hasta integrar. Finalmente agregaremos el resto de leche y el extracto de vainilla y removeremos muy bien hasta tener una masa homogénea.
Cuando tengamos la masa a punto, la pondremos en un cazo que no se pegue a fuego medio. No dejaremos de remover y veremos como poco a poco irá espesando. Cuando tenga consistencia de crema y podamos ver el fondo del cazo al remover, sabremos que está lista. La llevaremos a un bol y la taparemos a piel con papel film. Dejaremos que enfríe a temperatura ambiente.
Paso 2:
Ahora podemos continuar preparando la masa de los buñuelos. Empezaremos rallando el limón, sin llegar a la parte blanca que nos amargaría el sabor, y tamizando la harina, reservando ambos ingredientes.
Por otro lado, pondremos en un cazo el agua, la mantequilla, el azúcar y la sal y lo llevaremos a fuego medio hasta que llegue a ebullición. Podemos ir removiendo de vez en cuando para evitar que se pegue.
Paso 3:
Cuando la mezcla del cazo empiece a hervir, bajaremos el fuego al mínimo y verteremos dentro toda la harina tamizada y la ralladura que teníamos reservada. De seguida empezaremos a remover enérgicamente con una lengua pastelera o una cuchara de madera, hasta obtener una masa homogénea y que se separa de las paredes y el fondo del cazo.
En este punto, apagamos el fuego y, aún caliente, empezamos a añadir los huevos. Lo haremos de uno en uno, previamente batidos, y removiendo con fuerza y sin parar para evitar que se cueza. Cuando esté bien integrado y no veamos grumos añadiremos el siguiente con el mismo proceso y, tras este, repetiremos con el tercer y último huevo. Debemos obtener una masa lisa, sin grumos, algo más densa que una bechamel. Taparemos la masa y la dejaremos reposar 2 horas.
Paso 4:
Pasado el tiempo de reposo de la masa, será el momento de freír los buñuelos. Para ello, pondremos el aceite a calentar en una sartén honda o en un cazo, necesitamos que los buñuelos puedan flotar. La fritura se hace a fuego flojo, así que a la que empiece a estar caliente bajaremos el fuego y lo mantendremos bajo.
Vamos a ir poniendo porciones con cucharitas de postre, no debe estar muy llena y nos ayudaremos de la otra cucharita para ponerla sobre el aceite. Intentaremos empujar la masa de manera que quede lo más redonda posible. Cuando veamos que ya están doradas, tardarán alrededor de 2 o 3 min, le daremos la vuelta para que se doren por el otro lado. A medida que estén, los iremos poniendo en un plato con papel absorbente. Seguiremos hasta acabar con toda la masa. No os recomiendo llenar mucho la sartén, pues los buñuelos necesitan tener espacio y flotar.
Paso 5:
Ahora solo faltará rellenarlos. Cuando esté bien fría la crema pastelera, la pondremos en una manga pastelera con una boquilla redonda no muy amplia. También debemos asegurarnos que los buñuelos han enfriado. Haremos un mini corte en cada buñuelo e insertaremos la manga pastelera. Rellenaremos hasta que veamos que sobresale un poco la crema. Lo haremos con delicadeza.
Si lo deseamos, podemos espolvorearlos de azúcar glas o canela. Os recomiendo que lo hagáis en el momento de servirlos, ya que sino el buñuelo lo chupará y no los veremos decorados. Para degustar esta receta lo mejor posible es casi indispensable consumirlos justo después de freírlos, cuando aún están calientes o, si los hemos rellenado, justo al rellenarlos. Podéis tener la masa preparada e ir echando las porciones en el aceite un ratito antes de servirlos, incluso podéis guardar la masa sin freír 2 días en la nevera y cocinarlos en varias veces.
Las masas fritas no son mucho lo mío, casi nunca suelo preparar este tipo de recetas, excepto para las croquetas ?, pero para estos buñuelos tan tradicionales y que me traen tantos recuerdos me veo obligada a hacer la excepción.
¡Que aproveche!