Hoy, Jueves Lardero o Dijous Gras, empieza oficialmente el Carnaval. Y como no podía ser de otra manera había que celebrarlo también en el ámbito gastronómico. Hoy prepararemos unos buñuelos de carnaval, bunyols de vent o buñuelos de Águilas, que no solo es tradición cocinarlos durante las fiestas carnavaleras, sino también son un clásico de la Semana Santa.
La receta de buñuelos es muy sencilla, pues simplemente se trata de una masa de harina, huevos, leche y azúcar que se fríe en abundante aceite. A veces pueden ir rellenos de nata o crema, como os enseño en este post. El origen de los buñuelos es incierto. Se cree que es una preparación muy antigua de la comida mediterránea y por eso tienen mucha tradición. Hay quien piensa que los buñuelos derivan de la palabra “puñuelo”, una especie de bola que los romanos amasaban con sus puños, pero también se cree que la palabra proviene del francés “beignet”, que es un dulce que se elabora mojando una fruta o una verdura en una masa bastante líquida y friéndola en aceite. Se conoce que en España se encuentran recetas de buñuelos desde el siglo XVI y por eso también se dice que eran uno de los postres favoritos de los árabes que estaban aposentados en Granada, que según los registros se cree que era una masa que se freía en aceite y posteriormente se bañaba en miel hirviendo. ¿No os encanta cuando una comida tiene tanta historia? En cualquier caso, hoy en día es una receta que ha ido evolucionando y ahora cada territorio incorpora sus propios ingredientes y su propia tradición. Uno de los buñuelos más conocidos es el buñuelo de viento o bunyol de vent, tradicional de Cataluña y que se consume sobre todo durante la Cuaresma.
Los buñuelos de Carnaval son una receta imprescindible para estas fechas y que hará las delicias de todos. Es una receta con ingredientes muy sencillos, una aroma sorprendente y un sabor a tradición.
¿Qué es tradición comer en vuestra zona? En Cataluña abundan los buñuelos y la coca de llardons o chicharrones, pero sé que en otras zonas no pueden faltar los crespillos, las filloas, la leche frita, las flores de Carnaval, rosquillas,…
Para mi el Carnaval es una fiesta muy entrañable, porque me recuerda a cuando era pequeña y porque me encanta ver la ilusión y alegría en los más pequeños. Ahora yo no soy una gran fan de los disfraces, debo reconocerlo, pero me emociona mucho ver los desfiles de disfraces, maquillar a mis sobrinos o ver a mis primos pequeños tan ilusionados por ir al cole en pijama o con un peinado raro. Y bueno, me encanta porque también es un momento del año en que me animo a probar recetas que habitualmente no cocino pero que son recetas tradicionales y riquísimas.
Tiempo total: 45 min
Raciones: 40 buñuelos (aprox)
Dificultad: Baja
Ingredientes:
- 240 ml leche entera
- 2 huevos L (cada uno, con cáscara incluida, debe pesar unos 70 gr)
- 380 gr harina de trigo
- 120 gr azúcar
- 2 cdas mantequilla fundida
- 10 gr levadura química
- 1 cdita sal
- Ralladura de 1 naranja
- 1 cdita extracto de vainilla
- Abundante aceite para freír
- Azúcar y canela para rebozar
Elaboración:
Paso 1:
Empezaremos cascando en un bol los huevos y los batiremos unos segundos. Luego agregaremos la leche, el azúcar, la mantequilla fundida, la pizca de sal, las cucharaditas de sal y vainilla y la ralladura de naranja. Batiremos con unas varillas de mano hasta que quede todo bien combinado y mezclado.
Paso 2:
Tamizaremos la harina en 2 veces sobre la mezcla anterior, integrando bien la primera mitad antes de agregar el resto. Cuando no haya grumos y la mezcla esté homogénea, agregaremos la levadura y mezclaremos lo justo para integrarla. Taparemos el bol con un plato o papel film y lo dejaremos reposar 15 min.
Paso 3:
En un plato hondo o una fuente mezclaremos abundante azúcar con 1 cucharadita de canela (o más o menos según gustos), para que se vayan impregnando los sabores y poder más adelante rebozar los buñuelos. También prepararemos una bandeja con papel absorbente y un recipiente grande, que es donde iremos colocando los buñuelos una vez fritos y rebozados respectivamente.
Paso 4:
Pasado el tiempo de reposo de la masa, calentaremos abundante aceite de oliva. Yo uso de oliva porque me gusta mucho más, pero podéis usar el que tengáis. Mojaremos dos cucharas en el aceite y cogeremos un poquito de masa para testear la temperatura del aceite. Si vemos que ya está caliente, cogeremos 1 cucharada de masa y con la otra cuchara empujaremos y arrastraremos la masa dentro del aceite. Si tenéis una olla grande podéis poner hasta 8 o 10 buñuelos a la vez.
Con la ayuda de una espumadera le iremos dando la vuelta para que se doren por igual por todos lados. Ellos solos puede ser que se den la vuelta, pero hay que controlar que no se quemen. Pueden tardar entre 3 y 5 min, también según temperatura del aceite. Veremos que se irán hinchando y formando, así como dorando. Cuando estén bien tostaditos los podemos sacar. No os preocupéis si hay como «cuernos», si no os gustan estéticamente se pueden quitar al rebozarlos.
También hay que ir revisando el aceite, para que no esté demasiado caliente, hay que mantener una temperatura constante. Como a medida que vayamos friendo se va a ir calentando, tendremos que ir bajando y subiendo la intensidad del fuego para que no se nos quemen los buñuelos y queden crudos por dentro.
Paso 5:
Cuando los buñuelos estén los escurriremos con la espumadera y los pasaremos a la bandeja con papel antiadherente. Los dejaremos el tiempo justo para meter más masa al aceite, pero aún calientes los tenemos que rebozar por el azúcar y canela, para que se pegue bien. Cuando estén bien rebozados los iremos traspasando a un plato o recipiente. A la hora de rebozarlos, si hay «cuernos» en el buñuelo, podemos ir retirándolos con los dedos y el azúcar cubrirá las posibles imperfecciones.
Seguiremos hasta acabar con toda la masa.
Es ideal consumirlos recién hechos, pero aguantan bien dos o tres días en un recipiente hermético.
¡Feliz Carnaval!