Preparar mi propio pan en casa, es una de las cosas que más ilusión me hace por lo que respecta al mundo de la cocina. Hoy os traigo una receta sencilla de bollitos o bread rolls, perfecta para los que como yo disfrutáis del olor del pan recién hecho y con las propias manos. Seguro que recordáis esos panecillos tan ricos que mojábamos en la leche cuando éramos pequeños o con los que merendábamos con una onza de chocolate dentro. Esta receta está llena de recuerdos. Si os mola el mundo del pan, os animo a adentraros con la receta de bollos de hoy.
Y si os pica el gusanillo, en el blog podéis encontrar otras recetas de pan sencillas y variadas, incluso una receta de pan sin horno, para tener este manjar recién hecho siempre que lo deseemos.
Si os estáis iniciando en el mundo del pan, estos bread rolls son la receta perfecta: no requieren de demasiados ingredientes, su proceso y pasos son fáciles y su amasado es sencillo. Fijaros en estos stories que os grabé de la elaboración. Además que el resultado es realmente fantástico. Empecé a hacer estos panecillos hace años y me encanta llevárselos a mis sobrinos cuando los voy a visitar, al tener una miga muy blandita y rica y tener un tamaño pequeño son perfectos para ellos. Y combinan con todo, dulce o salado. También son una opción perfecta para poner en la mesa como acompañamiento de cualquier comida, cena o picoteo.
Son un clásico de la gastronomía estadounidense: allí los cocinan muy a menudo y los usan como acompañamiento de cualquier comida principal, ya sean carnes, verduras, sopas, cremas, ensaladas,… Pero sobretodo son imprescindibles durante celebraciones destacadas como el tradicional Thanksgiving («acción de gracias») y su archiconocido pavo asado. Hoy prepararemos su versión básica, pero podemos hacer diversidad de variaciones: se pueden aromatizar con romero y ajo, agregar mantequilla y sal gorda en la superficie, añadirle miel o rellenarlos de queso,…
Os animo a probar esta receta, que no os dejará indiferentes. Sé que a muchos les puede asustar hacer pan en casa, pero como os decía arriba, esta receta es perfecta para iniciarse. ¡No hay tarea inalcanzable cuando se trata de lograr un noble fin! Si seguís la receta paso a paso (que no tiene mucha complicación) saldréis victoriosos sin dudarlo. ¿No se pierde nada por probar no?
Tiempo total: 45 min + fermentaciones
Raciones: 12 rolls
Dificultad: Baja
Ingredientes:
- 240 ml agua tibia (a unos 40ºC)
- 15 gr levadura seca para pan
- 75 gr azúcar blanco
- 400 gr harina trigo todo uso (puede usarse harina integral)
- 5 gr sal
- 2 cdas aceite de oliva
- 1 huevo
Elaboración:
Paso 1:
Empezaremos poniendo en un recipiente el agua tibia, la levadura y el azúcar. Removeremos muy bien y lo dejaremos reposar unos 10 minutos. Pasado este tiempo, veremos que la mezcla habrá aumentado su volumen (casi duplicando su tamaño) y que se habrán creado como dos capas diferenciadas.
Paso 2:
En un bol grande pondremos la harina y la sal, removeremos bien y haremos un hueco o volcán en el centro. Verteremos el huevo batido, el aceite y la mezcla del punto anterior. Mezclaremos todo muy bien con la ayuda de una espátula y cuando nos cueste, lo pasaremos a la encimera o superficie de trabajo enharinada. Amasaremos de forma enérgica unos 8-10 min, presionando con los puños y las palmas de la mano, a medida que vamos volteando la masa en varias direcciones. Cuando la masa está bien lisa y suave y no se pegue a las manos, estará lista. Haremos una bola y la pondremos en un bol con un chorrito de aceite. Estiraremos toda la masa desde los laterales hacia el centro, le daremos la vuelta y nos aseguraremos que esté cubierta de aceite.
Taparemos con un film o un trapo y dejaremos que fermente hasta duplicar su tamaño. Puede tardar entre 1 y 2 horas, según la temperatura ambiente.
Paso 3:
Pasado el tiempo de fermentación de la masa, volveremos a espolvorear harina sobre la superficie de trabajo y volcaremos la masa. La estiraremos con las manos hasta darle forma rectangular y sin aplanar demasiado, consiguiendo un grosor de unos 2 cm.
Con la ayuda de un cortador o un cuchillo afilado, divide la masa en 2 de forma vertical y luego horizontal, de manera que tengamos 4 porciones. Cada una de ellas la dividiremos en 3 porciones iguales, para conseguir un total de 12 rolls. Debemos asegurarnos que todas las porciones tienen un tamaño similar, para conseguir panecillos de un tamaño similar.
Paso 4:
Cuando tengamos las 12 porciones, será el momento de crear los rolls. Cogeremos una porción y estiraremos la masa sobre si misma, como metiéndola hacia adentro desde del centro a la parte trasera, creando haciendo hueco con los dedos hacia dentro. La idea es rotar los bordes hacia fuera y hacia dentro, sobre sí mismos. Iremos metiendo la masa hacia dentro, giraremos la bola y daremos pellizcos hasta cerrar el agujero. Bolearemos para unificar la superficie y le daremos forma de bola. En los destacados de mi Instagram tenéis 2 stories donde os enseño el proceso.
Cuando tengamos la bola, la pondremos en una fuente o bandeja forrada con papel vegetal. Repetiremos el proceso con el resto de porciones y las iremos colocando en la misma bandeja separadas 2-3 dedos entre ellas. No más, pues nos interesa que cuando crezcan se junten.
Paso 5:
Cuando tengamos todos los rolls hechos, taparemos de nuevo la bandeja con papel film o con un trapo y dejaremos que reposen 40 min. Cuando le queden 5-8 min a la fermentación, pre-calentaremos el horno a 200ºC, con calor arriba y abajo.
Paso 6:
Pasado el tiempo de fermentación, hornearemos los rolls a 200ºC durante unos 15-20 min. Cuando estén bien dorados por arriba, estarán listos. Al sacarlos del horno, levantaremos el papel de horno y lo pasaremos a una rejilla a enfriar. Lo mantendremos así 5 min y después retiraremos también el papel vegetal para que enfríen directamente sobre la rejilla.
Cuando hayan enfriado ya los podemos consumir. Si no los vamos a comer todos de una sentada, podemos conservarlos en un recipiente o bolsa cerrada un par de días o congelarlos.
¡Espero que lo disfrutéis!