¡Hoy estamos de celebración! Esta semana he alcanzado los 1.000 seguidores en Instagram y es algo que me pone muy muy feliz. Para algunos puede parecer una miseria de dato y para otros una gran cantidad. Pero qué queréis que os diga, a mí me parece maravilloso. Después de dos años y medio con el blog la verdad que estoy muy contenta y orgullosa de a dónde ha llegado. Cualquier inicio y crecimiento son lentos, las cosas no se consiguen de un día para otro, y con esta aventura lo he aprendido muy bien. Yo estoy muy contenta con esta cifra porque significa que hay más de mil personas que se han interesado por este proyecto y que aprecia y sigue el trabajo. Un trabajo que tiene mucho esfuerzo, porque detrás de cada foto o vídeo hay mucha dedicación, muchas horas, inversión, frustración, variedad de estados de ánimo…. Pero al final del día queda mucha satisfacción.
Y para celebrarlo he querido daros un homenaje a todos vosotros, con esta golosa receta, no apta para los que estén pensando ya en la operación bikini. Hoy cocinamos un babka de Nutella o babka de chocolate.
Pero empecemos por el principio. ¿Conocéis el babka? ¿Sabéis qué es el babka? Se trata de una especie de brioche o «pan» que se rellena y que tiene un origen dudoso. Se considera que hay dos tipos de babka: el de Europa oriental y el judío. En países como Polonia, Lituania, Eslovaquia, Bielorrusia, Ucrania o Rusia Occidental se prepara tradicionalmente para el domingo de Pascua. Se rellena habitualmente de frutas y se glasea. Esta versión suele tener una forma cilíndrica alta, con ondulaciones, lo que hace recordar a los pliegues de una falta. ¿Y por qué? Pues porque los nombres en ruso babka y baba (баба) significan «abuela». La otra versión de babka es la relacionada con la tradición judía y se elabora a partir de una tira de masa trenzada que suele rellenarse de frutos secos y semillas. Esta versión ha evolucionado bastante y realmente la receta que se ha instaurado hoy en día es la que exportaron los judíos que migraron a Nueva York, que con toda una nueva y amplia gama de ingredientes a su disposición, comenzaron a enriquecer sus platos más tradicionales, versionándolos. Aquí es donde nace el babka de canela o de chocolate que todos conocemos hoy en día. Y esta es la versión que cocinaremos hoy, la de chocolate, que se trata una masa muy suave, enriquecida con mantequilla (lo que nos hace conseguir esa especie de brioche), rellena de chocolate (en este caso Nutella) y que se enrolla antes de hornear. Como resultado se consigue una especie de pan muy vistoso y decorado, con un interior veteado y el relleno al descubierto.
No es una receta complicada, pero tampoco hiper sencilla. Sobretodo requiere de tiempo, así que planificaros. También os comento que con las cantidades que os doy os saldrán 2 babkas de unos 18-20 cm de largo, pero tenéis varias opciones. Si tenéis un molde más grande, no dividir la masa y hacer 1 más alargado. Podéis hornearlos los dos si por ejemplo vais a ser muchos comensales. O congelar uno de los dos para otra ocasión y así ahorraros el proceso de creación. No os recomiendo hacer la mitad de la receta para hacer solo 1 porción, porque no os quedará del todo bien la masa final.
¡Espero que os encante!
Tiempo total: 60 min + refrigeración + fermentación
Raciones: 2 babka
Dificultad: Media
Ingredientes:
- 530 gr harina de trigo
- 200 gr azúcar blanco normal
- 1 cda levadura seca
- 3 huevos
- 60 ml leche a temperatura ambiente
- 60 ml agua a temperatura ambiente
- 3/4 cdita sal
- 150 gr mantequilla pomada (a temperatura ambiente)
- 180 gr Nutella
- Chips de chocolate (opcional)
- Sirope (para 1 babka): 50 gr azúcar + 40 ml agua
Elaboración:
Paso 1:
En un robot de cocina o batidora, con la herramienta del gancho, pondremos la harina, la levadura y el azúcar. Removeremos unos segundos.
A parte, en una jarra o bol mezclaremos la leche, el agua y los huevos. Batiremos bien hasta integrar todos los líquidos. Verteremos estos ingredientes poco a poco sobre la mezcla interior, sin dejar de batir a velocidad baja, para que se vayan integrando poco a poco. Cuando veamos que empieza a formarse una masa, agregaremos la sal.
Paso 2:
Seguiremos batiendo un par de minutos y entonces agregaremos la mantequilla en porciones (tipo cubos), poco a poco sin dejar de batir, para que se integre de forma suave y progresiva, como los líquidos. Cuando veamos que más o menos se ha integrado, subiremos el robot a velocidad media-alta y batiremos 10 min. Cuando la masa se despegue de las paredes y esté elástica, lisa y brillante, estará lista. Todo el proceso puede hacerse a mano, pero será más largo y costoso.
Estiraremos un papel film bien grande, pondremos la masa en el centro y la estiraremos un poco con las manos hasta conseguir un rectángulo de unos 20×30 cm aprox. Cubriremos con el film sin apretar para que la masa pueda crecer . Nos la llevaremos a la nevera toda la noche o un mínimo de 7 horas.
Paso 3:
Pasado el tiempo de refrigeración, espolvorearemos de forma abundante la encimera o superficie de trabajo con harina y volcaremos la masa. La estiraremos en un rectángulo bien grande, hasta conseguir un grosor de 0,05 cm, bien fina. Si es necesario se puede seguir espolvoreando harina para evitar que se pegue.
Paso 4:
Cuando la tengamos bien fina, la cubriremos con una capa abundante de Nutella y, de forma opcional, repartiremos unas chips de chocolate. Enrollaremos por el lado largo, presionando ligeramente para que quede bien unido todo. El proceso es el mismo que para los cinnamon rolls. Cuando hayamos enrollado toda la masa, la rodaremos un poco por la encimera para sellarla y presionaremos con las manos.
Luego cortaremos los extremos del rulo, que seguramente habrán quedado «feuchos» al enrollar, y lo dividiremos en 2 mitades iguales para hacer los dos babkas. Con las dos mitades haremos lo mismo. Dividiremos cada rulo en dos de forma vertical, es decir como abriéndolo por la mitad. Cruzaremos las dos mitades en forma de cruz, con el corte (el interior) hacia arriba. Entrelazaremos 2 o 3 veces cada extremo, como haciendo una trenza de 2, para que al final nos queden 4 o 6 «vueltas». Siempre asegurando que el relleno quede hacia arriba. Pasaremos con cuidado la masa a un molde de unos 18-20 cm de largo y unos 10-12 de alto, forrado con papel vegetal.
Taparemos con film y dejaremos levar 1 o 2 horas, hasta casi duplicar. Si no queréis cocinar los dos, antes de levar podéis congelar una porción. Cuando queráis consumirlo simplemente deberéis esperar que se descongele y que fermente hasta duplicar.
Paso 5:
Pre-calentaremos el horno a 175ºC. Cuando alcance la temperatura, cocinaremos el babka unos 30-40 min. Para saber que está, daremos unos golpecitos a la base, si suena hueca estará listo.
De forma opcional podéis agregar un sirope o caramelo, para hacerlo más jugoso, sabroso y brillante. Simplemente tendremos que poner un cazo a fuego bajo y agregar el agua y el azúcar. Sin dejar de remover esperaremos a que se disuelva el azúcar y que empiece a burbujear. Cuando burbujee, mantendremos ese hervor suave 2 min. Pasaremos la mezcla a un bol y dejaremos templar. Luego la repartiremos por encima del babka horneado.
Dejaremos el babka dentro del molde hasta que enfríe por completo.