Creo que ya os he dicho varias veces que todo lo que lleve canela me fascina y, si encima, va acompañado de fruta se convierte en mi postre preferido. La tarta de manzana siempre ha sido uno de mis dulces por excelencia y desde que hace años viajé a Alemania y probé esta delicia, quedé prendada y esta versión creo que está presionando para desbancar a la receta clásica. Tiene unos aromas y sabores increíbles. Además, me transporta automáticamente a un pueblecito alemán donde tengo gente muy querida y cuando un bocado genera eso, ¡sabes que es la receta ideal!
El Apfelstrudel o Appelstrudel es una tarta de hojaldre y manzana muy versátil, que puede comerse fría o recién salida del horno con una crema o helado. Un contraste brutal. Si compráis el hojaldre como en mi casa, veréis como es una receta muy fácil y poco laboriosa, lo que más tardará es la cocción de las manzanas, ¡que lo hace el fuego!
Para hacerlo un poco más original decidí cerrarlo en forma de trenza, en vez de simplemente enrollarlo, y queda super llamativo y divertidísimo. ¡Seguid leyendo que os cuento el proceso!
Tiempo total: 45 min
Raciones: 1 tarta alargada
Dificultad: Fácil
Ingredientes:
- 2 manzanas medianas (mejor si son maduras)
- 3 cdas panela (u otro azúcar)
- 1 cdita canela
- 1 cdita extracto de vainilla
- 1 puñado pasas (opcional)
- 1 masa de hojaldre rectangular o cuadrada
- 3 galletas tipo Maria
- 1 huevo para barnizar
- Azúcar glas para decorar
Elaboración:
Paso 1:
Empezaremos pelando y descorazonando las manzanas. Las cortaremos a cubitos pequeños y las pondremos en un cazo. Podemos cortarlas en trozos más o menos pequeños según deseado. A mi personalmente me gustan más pequeños y no encontrar trozos muy grandes, además de que se cuece antes, pero como más os guste. Añadiremos la panela (yo utilizo panela, además bio, porque me encanta y creo que le da un sabor mucho más intenso y es más saludable, pero podéis utilizar el azúcar que más os guste y en la cantidad que deseéis, según el dulzor que busquéis), la canela y el extracto de vainilla. Lo removeremos todo bien y lo cocinaremos a fuego medio-alto removiendo de vez en cuando. Cuando la manzana empiece a ablandarse, si lo deseamos, añadiremos las pasas y, cuando la manzana esté bien blanda (pero sin deshacerse) y las pasas se hinchen, lo retiraremos del fuego. Lo dejaremos reposar 10 min en el mismo cazo o en un bol para que temple ligeramente. Mientras seguiremos con el siguiente paso.
Paso 2:
Mientras templa el relleno, prepararemos el hojaldre. Lo estiraremos bien sobre la superficie de trabajo y le pasaremos el rodillo para igualarlo. En toda la parte central, espolvorearemos las galletas Maria previamente trituradas. Debemos conseguir que queden tipo arena, para que no molesten al comerlo, pero que nos ayudarán a quitarle humedad a la masa, absorbiendo el jugo que pueda soltar la manzana sin estropearnos el hojaldre. Retiraremos el exceso de líquido de las manzanas, si es que lo tiene, y lo repartiremos sobre la arena de galletas en la parte central del hojaldre, como se muestra en la foto. Debemos asegurarnos que queda uniformemente repartido para que toda la tarta tenga el mismo relleno.
Paso 3:
Entonces, en ambos laterales, cortaremos tiras de aproximadamente 1 o 2 cm hasta acabar con la masa. Después doblaremos la parte superior e inferior de la masa, como para cerrar las puntas y después empezaremos a hacer la trenza. Para ello cruzaremos una tira de cada lado sobre la manzana, colocando la siguiente por encima y a continuación de la otra tira, como se muestra también en la imagen. Seguiremos hasta cerrar la masa por completo.
Paso 4:
Pintaremos toda la masa con huevo, sin excedernos, y la llevaremos al horno, pre-calentado a 180ºC, durante unos 15 o 20 min, o hasta que el hojaldre esté dorado. Hay que dejar que se tueste, pero sobretodo que se cueza por dentro. Mejor ponerlo en la parte media del horno para que no se nos queme por la superficie o la base y el hojaldre tenga tiempo de cocinarse.
Al sacarlo del horno, lo dejaremos enfriar completamente sobre la misma bandeja y, una vez haya enfriado por completo, entonces lo trasladaremos a la fuente o bandeja en que queramos presentarlo y lo espolvorearemos con azúcar glas al gusto. Si, además, tenéis a mano un para de bolas de helado de vainilla, podéis obviar el paso del azúcar glas y tomarlo todavía caliente combinando las dos texturas, temperaturas y sabores, uau, es una explosión en la boca increíble. ¡Os lo recomiendo muchísimo! Estaréis de acuerdo en que es una receta súper fácil y con la que quedarás como un rey con tus invitados.