Hay gente que le tiene miedo a cocinar risotto, les parece una receta complicada, pero en realidad la receta de risotto es una receta bastante simple de hacer. En casa lo preparamos bastante, nos gusta mucho, pero normalmente lo hacemos de setas o nueces. Hoy he querido probar a versionarlo para adaptarlo a la temporada en la que nos encontramos y el resultado ha sido magnífico. El sabor de este risotto de calabaza es ¡increíble!
La verdad que el risotto me encanta y me encanta prepararlo en casa. Es uno de esos platos que parecen de «alta gama», que realmente impresionan a los invitados, pero que en realidad es relativamente sencillo. El risotto que os traigo hoy está lleno de sabor y de color. Tiene un punto dulzón gracias a la calabaza, que contrasta perfecto con el toque salado del parmesano. Yo he aprovechado para cocinar unos espárragos y acompañarlo con esta verdura, funciona genial como plato principal, pero también se puede preparar en menos cantidad y que sirva como complemento de un pescado o carne.
El éxito de esta receta reside en 2 detalles:
- Cocinar la calabaza al horno. Realmente es un must para esta receta. La calabaza no queda igual hervida que al horno, porque en el horno su sabor se intensifica y además la superficie se dora ligeramente, lo que le da un punto caramelizado a la receta. Además, en el horno también se intensifica el color, volviéndose más anaranjado, lo que también le dará más color a nuestro risotto.
- Dejar el arroz al dente. Es muy importante que el arroz quede ligeramente al dente antes de ponerle el parmesano y la mantequilla. Al probarlo no debe ser duro, pero sí consistente, al dente. En el plato, el risotto debe formar una ‟ola”. Esto significa que inclinando el plato, el arroz se debe mover, no quedar pegado y duro.
¡A por la receta!
Tiempo total: 60 min (con la calabaza asada)
Raciones: 2-3 personas
Dificultad: Baja
Ingredientes:
- 1/2 calabaza (250 gr de puré de calabaza, una vez asada)
- 1 cebolla grande
- 2 hojas de laurel
- Unas ramas de tomillo
- 175 gr arroz
- 100 ml vino blanco (opcional)
- 45 gr parmesano
- 20 gr mantequilla
- 800 ml caldo (o según necesario)
Elaboración:
Paso 1:
Lo primero de todo será asara la calabaza. Lo haremos boca arriba en el horno, con un chorrito de aceite de oliva. La cocinaremos a 200ºC durante unos 40 min o hasta que la pulpa esté tierna. Para mi receta yo ya tenía asada la calabaza de la noche anterior.
Pesaremos los gramos para la receta y trituraremos hasta tener un puré.
Paso 2:
Picaremos la cebolla muy fina y la pondremos en la sartén, con un hilo de aceite, las hojas de laurel y las ramitas de tomillo. Sofreiremos a fuego medio-bajo hasta que esté bien dorada. Retiraremos las hojas de laurel y tomillo y verteremos el arroz. Removeremos con la cebolla y cocinaremos 1 minuto.
En este punto, si lo deseamos, podemos añadir el vino blanco y cocinar hasta que evapore.
Paso 3:
Agregaremos dos cazos de caldo y el puré de calabaza. Mezclaremos constantemente hasta que se evapore el líquido y luego agregaremos más caldo. Seguiremos con este proceso, con un cazo a la vez y mezclando, hasta que el arroz esté cocido a un punto al dente (como os comentaba más arriba). Es importante dejarlo en este punto.
Paso 4:
Cuando tengamos la consistencia perfecta de nuestro risotto añadiremos el parmesano y la mantequilla. Removeremos bien hasta que esté todo bien cremosos y entonces corregiremos de sal y pimienta. No lo haremos antes, porque el parmesano es bastante salado y no queremos que nos quede salado.
Serviremos de inmediato con unas tiras de parmesano y, por ejemplo, unos espárragos salteados.
A disfrutar!!!