San Juan, una de las celebraciones más populares de nuestra tradición, está a la vuelta de la esquina y en casa ya estoy practicando con las cocas para que sean todo un éxito el día de la verbena. Este año, debido al Covid y sus restricciones, no podremos celebrar la verbena de San Juan como es debido, pero nos lo tomaremos con una sonrisa y haremos una cenita discreta en casa, en la que no puede faltar la coca.
Las cocas de San Juan o coques de Sant Joan son típicas de Cataluña y el Levante. Son una masa dulce, similar a la de un brioche ligero, hecho a base de harina, huevos, azúcar y mantequilla, y sí, como podéis imaginar no es muy saludable. ¿Pero para la noche más corta del año y que da el pistoletazo de salida al verano se puede hacer una excepción no? Hay variedad de recetas, las que usan como grasa mantequilla (como la que cocinaremos hoy) o grasa de cerdo. Se pueden rellenar o cubrir de crema o nata, cabello de ángel, adornarlas con frutas, con piñones, con azúcar, almendras laminadas,… Hoy la prepararemos como más nos gusta en casa: con frutas confitadas cortadas, piñones y un puñado de azúcar.
En mi familia, desde siempre, cuando se acerca San Juan siempre tenemos un montón de cocas diferentes, a gusto de todos. Pero las que más triunfan sin duda son la coca de llardons o chicharrones y la coca de Sant Joan clásica. Hace un tiempo en el blog cocinamos la coca de llardons: una elaboración muy sencilla y con un resultado maravilloso. Si queréis darle un extra, podéis poner entre las capas (a parte de los chicharrones) un poco de cabello de ángel. Estará para morirse.
Ambas recetas de coca para San Juan son accesibles a todos y el gustazo de prepararlas en casa es máximo. Además, si tenéis invitados, se van a sorprender con el resultado, pues realmente se nota la diferencia con respecto a las compradas en los supermercados. Lo que sí os recomiendo es prepararla con máximo 1 día de antelación, pues al ser casera y artesana tenderá a endurecer mucho más rápido que la comprada y así estará perfecta para la verbena.
¿Cuál es la tradición en vuestras casas? ¿Os gusta celebrar San Juan?
Nosotros siempre subimos a casa de mis abuelos en la Costa Brava, que tienen un jardín muy grande y podemos tirar algunos petardos. Tras comernos la coca, siempre vamos a la playa a ver el espectáculo de fuegos artificiales y nos quedamos por la zona tirando más petardos y haciendo un poco el gamberro. Pero siempre con mucha cautela. De pequeña no era muy fan de esta festividad. Me encantaban los fuegos artificiales y tirar petardos en casa, pero me daba miedo salir a la calle por lo que la gente pudiera hacer. Ya sabéis que hay gente a la que le parece gracioso tirarte petardos a los pies o asustarte. Pero con los años me ha ido gustando más y le he ido perdiendo un poco el miedo, aunque siempre estoy super alerta para no llevarme un susto 🙂
Tiempo total: 60 min + varios levados
Raciones: 1 coca
Dificultad: Media
Ingredientes:
- 400 gr harina de fuerza
- 100 ml leche a temperatura ambiente
- 25 gr levadura fresca
- 2 huevos + 1 para pintar
- 125 gr azúcar blanco
- 1 pizca sal
- Ralladura 1 limón
- 65 gr mantequilla ablandada
- Toppings: fruta confitada, piñones y azúcar
Elaboración:
Paso 1:
Empezaremos preparando una especie de pre-fermento o masa madre. Para ello pondremos en un bol la mitad de la medida de la leche y la levadura desmenuzada. Removeremos muy bien con un tenedor o cuchara hasta disolver la levadura. Después agregaremos unas cucharadas de harina a ojo, la cantidad justa para que nos permita hacer una bola que no se pegue mucho a las manos. Amasaremos unos minutos hasta conseguir la consistencia, haremos una bola y la dejaremos en el bol. Taparemos con film y dejaremos que repose entre 1 y 2 horas o hasta duplicar el tamaño.
Paso 2:
Cuando ya tengamos el pre-fermento levado, será el momento de seguir con la receta. En un bol grande pondremos el resto de la harina. el resto de la leche, los huevos, el azúcar y la sal. Removeremos muy bien con una cuchara o espátula, hasta que nos cueste. Entonces agregaremos el pre-fermento levado y lo empezaremos a amasar todo junto con las manos (o un robot de cocina).
Después de amasar unos minutos, lo pasaremos a la encimera ligeramente enharinada y amasaremos 5 min. Puede ser que se os pegue bastante a las manos al principio. Si os pasa eso, dejad que repose la masa unos 5-10 minutos y luego volved a amasarla. Veréis que será mucho más fácil manejarla.
Paso 3:
Una vez amasada unos 5 min (con posibles reposos), aplanaremos un poco la masa y pondremos encima la mantequilla ablandada. Volveremos a amasar unos 5-10 min hasta conseguir una masa lisa y que no se pegue. Podéis ir agregando un pelín de harina si veis que se os pega mucho, pero también usad los descansos para que la masa repose y sea más sencillo amasarla.
Cuando la tengamos, haremos una bola y la pondremos sobre un papel vegetal. La estiraremos con un rodillo pero sin hacer demasiada fuerza ni dejarla demasiado lisa, ya que lo clásico es tener una masa gordita. La taparemos con un trapo y la llevaremos a un lugar seco, lo mejor es ponerla dentro del horno apagado. La dejaremos así hasta que duplique el tamaño y crezca, lo que puede tardar entre 1 y 2 horas.
Paso 4:
Una vez haya fermentado, batiremos el huevo y la pintaremos con cuidado de no perder el aire conseguido con la fermentación. Después repartiremos la fruta confitada que ya tendremos cortada en láminas, esparciremos los piñones y un puñado de azúcar.
La llevaremos al horno, pre-calentado a 200ºC, durante unos 15 o 20 minutos. Cuando veamos que está bien doradita y al tocarla se ve cocida, la podremos retirar. La dejaremos enfriar por completo sobre una rejilla.
Os recomiendo guardarla entera y en un recipiente hermético o en bolsas. Si la cortamos endurecerá más rápido.
¡Feliz noche de San Juan!