¡Aviso! La receta de hoy es de esas que te enamora en el primer bocado. Además, lo que me encanta de estos saquitos de calabacín es que son muy versátiles, ya que se pueden rellenar de varias maneras. Para mí, cuando una receta se puede versionar o modificar gana un montón de puntos de golpe, ya que nos permite cocinarla varias veces sin repetirnos y sin que nos aburra.
Esta receta está inspirada en los paquetitos rellenos de @_thinking_healthy, un perfil que aprovecho para recomendaros porque cocina cosas maravillosas. Ella en su receta utiliza ricotta y parmesano para el relleno, pero yo lo cambié un poco. Opté por variar los quesos y utilizar queso de cabra y mozzarella, así como una pizca de parmesano. Vamos, ¡a tope de queso! Pero también podríais hacer un relleno de verduras como el de estos canelones de calabacín, un relleno veggie como en esta zucchini lasaña o en estos canelones de berenjena. En casa somos fans de la salsa de tomate casera, así que opté por usarla como base, pero aquí también podríais darle una vuelta a la receta y preparar una bechamel casera.
No sé vosotros, pero el calabacín es un ingrediente básico e imprescindible en nuestra nevera. Lo comemos con todo y de todas maneras: en purés, asado, a la plancha, como topping de pizzas, para canelones o similares, en postres, como relleno, en «espaguetis»,… El calabacín está compuesto en 95% de agua y apenas tiene aporte calórico. Además contiene una cantidad increíble de minerales como fósforo, potasio, magnesio y calcio, muchas vitaminas y es rico en fibras. Para obtener el mejor de sus rendimientos, debemos consumirlo sin pelar, y cuanto menos cocinado mejor.
Comer sano no entra en conflicto con preparar platos vistosos, ricos y llenos de sabor. Estos paquetitos de calabacín son deliciosos, ligeros y nutritivos. Podemos servirlos como entrante, pero también como guarnición o acompañante de una ensalada o un poco de arroz, por ejemplo. Es una receta sencilla y fácil de preparar, además de bastante rápida. Con unos cuantos ingredientes muy básicos podemos conseguir una receta de diez.
Espero que os guste y que os animéis a cocinar la receta, ¡no tengo duda de que os va a encantar!
Por cierto, si queréis ver el paso a paso en vídeo, aquí os dejo el link.
Tiempo total: 40 min
Raciones: 2 personas
Dificultad: Baja
Ingredientes:
- 1 calabacín grande o 2 medianos
- 60 gr queso de cabra
- 40 gr mozzarella
- 20 gr parmesano
- 1 huevo
- Sal y pimienta
- Salsa de tomate casera
- Mozzarella y parmesano para gratinar
Elaboración:
Paso 1:
En un bol o plato ponemos los varios quesos y el huevo. Mezclamos todo bien, a la vez que chafamos. Salpimentamos. Trituraremos con un minipimer para conseguir una textura más suave y cremosa. Este paso es opcional, podríamos chafar muy bien con un tenedor y listo.
Paso 2:
Laminaremos muy fino el calabacín. Lo ideal es con una mandolina, pero también se puede hacer con un cuchillo o pelador. Si veis que no son muy finas, podéis reblandecerlas en el micro un par de minutos, para poder doblarlas. Estiraremos dos láminas un poco superpuestas ente ellas (en vertical) y cruzaremos otras dos encima de la misma forma (en horizontal). En el centro pondremos un par de cucharadas del relleno.
Doblaremos los extremos de las láminas de calabacín hacia el centro, hasta cerrarlo en forma de paquetito.
Paso 2:
Cubriremos el fondo de una bandeja o fuente apta para horno con una generosa capa de salsa de tomate casera. Aquí os explico cómo prepararla. Encima pondremos los saquitos y cubriremos con mozarella y un poco de parmesano.
Hornearemos a 180º unos 10 o 15 min y luego pondremos el modo gratinar unos 10 min o hasta que esté dorado.