Todos los buenos fanáticos de la cocina italiana saben apreciar unos buenos gnocchi o ñoquis de patata. Recuerdo que hubo una época que cada vez que iba a Italia (solía ir cada verano), los primeros días me los pasaba solo comiendo gnocchi, era una adicta. Y aunque en el supermercado se pueden encontrar muchas marcas y buen producto, no hay nada como prepararlos en casa. Se elaboran de manera sencilla, con ingredientes muy básicos y que todos tenemos en casa. Tampoco son necesarios utensilios especiales (máquinas o herramientas) y el resultado es un plato delicioso, unas mini delicias esponjosas, con mucho sabor a patata, tiernas y que se deshacen en la boca.
¿Habéis probado los gnocchi alguna vez? A mi me encantan con una buena salsa de verduras y tomate o con pesto, ufff con pesto y albahaca fresca son toda una maravilla. Los ñoquis son un manjar para los amantes de la patata, un tubérculo muy versátil y apto para infinidad de platos. Esta receta tradicional italiana es muy sencilla de preparar y por tanto ideal para iniciarse en el mundo de la pasta casera. Porque sí, es considerado un plato de pasta. Hacer ñoquis en casa tiene muchas ventajas: son una comida económica, fácil de preparar y riquísima.
Para que sean todo un éxito, hay que tener en cuenta solo unos poquitos tips:
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Patata: para empezar, hay que elegir una variedad que sea buena para cocer. Al ser el ingrediente principal, hay que ser cuidadosos al cocinarla, evitando que absorba mucha agua en la cocción y así no tener que usar demasiada harina y tener un resultado muy seco. También es importante que el tamaño de las patatas sea similar, pues las cocinaremos enteras y con piel, por lo que si tienen una medida parecida se cocerán en el mismo tiempo y estarán todas en el mismo punto.
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Forma: existe una herramienta específica para gnocchis, pero se pueden hacer sin problema con un tenedor o simplemente haciendo bolitas. Lo que sí, debemos asegurarnos que queden «compactos» para que no se desmoronen al cocinarlos.
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Congelación: os adelanto que es un paso opcional, se pueden cocinar directamente una vez hechos (como os enseño en esta receta de gnocchi de calabaza y boniato), pero como suelen salir en mucha cantidad es bueno tener una opción para poderlos conservar y consumirlos en varias veces. Más adelante, en la explicación de la receta, os cuento un poquito más sobre esto.
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Masa: aunque os doy una cantidad de harina, realmente no son indicaciones «fijas». Habrá que ir añadiéndola poco a poco según la humedad de la masa. Puede variar según la patata usada, la cantidad de agua absorbida, el tamaño del huevo… Si lo añadimos poco a poco nos aseguramos que añadimos la medida justa y evitamos tener una masa seca.
La receta de gnocchis caseros que os traigo hoy es la receta básica de ñoquis. Pero a partir de esta base se pueden hacer modificaciones. Se puede variar la patata por otras verduras, como en la receta de gnocchis de calabaza y boniato que os comentaba arriba, o añadir otros ingredientes a la masa. Le quedan genial variedad de quesos, sobretodo el parmesano o el queso ricotta, pero también vegetales como espinacas, calabaza, remolacha, plátano, yuca,…
Por lo que respecta a los «condimentos», se pueden comer tal cual con un chorrito de aceite o salteados con un poco de mantequilla y hierbas aromáticas, aunque también se pueden acompañar de gran variedad de salsas. Las más tradicionales son las salsas de tomate o las salsas de queso.
Nos ponemos ya con la receta, pero solo un último apunte: a nivel de cantidades, veréis que yo os doy medidas para 2 personas, pero sin problema podéis duplicar las medidas para preparar más cantidad o para más comensales.
Iniziamo a cucinare! 🇮🇹
Tiempo total: 65 min (+ tiempo congelado si se considera)
Raciones: 2 personas
Dificultad: Baja
Ingredientes:
- 1/2 kg patata
- 175 gr harina de trigo todo uso
- 1 huevo
- Sal y pimienta
Elaboración:
Paso 1:
Lo primero que haremos será hervir la patata. Lavaremos bien las patatas, les haremos un corte horizontal por todo el contorno para facilitar el pelado y las herviremos sin pelar durante 20-25 min (dependerá del tamaño y tipo de patata). Es importante que las cocinemos con piel, para evitar que absorban agua durante la cocción. Para saber que están perfectamente cocinadas debemos pincharlas con un cuchillo o tenedor y que salga fácil, que si la pinchamos y levantamos la patata se caiga.
Las sacaremos de la olla y las dejaremos templar 5-10 min, lo justo para manejarlas sin quemarnos.
Paso 2:
Una vez templadas, las pelaremos. Si hemos hecho los cortes, la cáscara saldrá muy fácil en dos partes. Una vez peladas las chafaremos directamente con un pasapuré o con un tenedor. Hay que hacerlo cuando aún estén calientes, pues la masa se maneja mucho mejor y el resultado es mejor. Debemos conseguir un puré homogéneo y bien fino, sin grumos o trozos de patata.
Paso 3:
Cuanto tengamos el puré listo, haremos una especie de volcán y dentro cascaremos el huevo. Sí, seguimos en caliente o templado, se trabajará mucho mejor la masa. Batiremos el huevo en la misma masa. Agregaremos sal y pimienta al gusto (también podríais añadir nuez moscada) y batiremos de nuevo el huevo. Luego agregaremos aproximadamente 3/4 partes del total de la harina. Con la ayuda de una cuchara o espátula, mezclaremos todo. Cuando nos cueste, pasaremos a la encimera. Enharinaremos un poco la superficie y trabajaremos la masa con las manos, poco a poco y agregando en pequeñas cantidades el resto de la harina, hasta cuando consideremos que es necesario. Debemos conseguir una masa homogénea, que sea flexible y blanda y que no se pegue a los dedos. Entonces, haremos una bola y dejaremos que repose 10-15 min.
Paso 4:
Pasado el tiempo de reposo, dividiremos la masa en 3 partes. Cada parte la extenderemos en un churro de 1-2 cm de grosor. Si es necesario, enharinar un poco la superficie. Luego cortaremos cada churro en porciones de 2 cm aproximadamente, lo que serán nuestros gnocchi. Cuando tengamos todas las porciones, será el momento de formar los gnocchi como tal. Como os decía arriba, podéis usar la herramienta para gnocchi o conseguir el mismo resultado con un tenedor. Simplemente hay que presionar la porción contra la parte de los dientes del tenedor y hacerlo girar por todo el tenedor, de manera que quede un hueco en su interior y unas rayas en el exterior.
También se pueden hacer redondos, simplemente habrá que crear una bolita con cada porción y luego estirarlo un poco para darle forma ovalada. Si vais a mi Instagram, en los stories destacados os enseño los dos procesos.
Paso 5:
Llegados a este punto podemos pasar ya a la cocción de los gnocchi o a congelarlos. Os cuento:
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En cuanto acabéis de prepararlos deberíais hervirlos inmediatamente o congelarlos, pero en ambos casos debe ser un proceso rápido, porque cuando la masa de los gnocchi descansa se humedece y, si agregáramos más harina, al cocinarlos nos quedarían como una piedra.
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Si los hervimos directamente, lo haremos en una olla grande, con abundante agua y una pizca de sal. Debemos cocinarlos en pequeñas cantidades, de 10 o 15 a la vez, para que tengan espacio suficiente en la olla y no se peguen entre ellos. Veréis que se irán hacia el fondo, pero poco a poco irán subiendo. En cuanto empiecen a flotar a la superficie los cocinaremos 1 min más y los retiraremos con una espumadera. Repetiremos el proceso hasta acabar con todos los gnocchi.
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Si os han salido muchos o los habéis preparado con antelación, podéis congelarlos antes de cocerlos. Pero hay que seguir unos pasos concretos. Primero deberemos ponerlos en una bandeja separados los unos de los otros. Los llevaremos al congelador más o menos 1 hora. En este punto ya estarán fríos y duros, por lo que los podemos pasar a una bolsa de congelación. Cuando deseemos consumirlos seguiremos el proceso anterior, echándolos al agua directamente congelados (no hay que sacarlos previamente, no necesitan descongelación).
Una vez cocidos, simplemente tendremos que escoger cómo condimentarlo y ¡listo!