Esta maravillosa y deliciosa taza de chocolate al estilo chai es la definición de «acogedor» o cozy, como lo llamarían los ingleses. Es una bebida cálida, aterciopelada, dulce y con un punto picante o spicy gracias al uso de varias especias. Es una bebida que sola ya es increíble y que reconforta la mañana de cualquiera. Pero he querido ir un paso más allá y añadirle un pequeño toque dulce con una crema de coco casera saludable, imitando un poco la nata montada pero con un sabor todavía mejor.
Pero empecemos por el principio. ¿Qué es esto del chai latte? ¿Por qué está tan de moda ahora?
La base de todo es el té chai, o también conocido como Masala Chai, es una bebida típica del sur de la India que consiste en un tipo de té negro mezclado con especias y hierbas aromáticas. Mezclas hay muchas: se puede usar té negro, verde, blanco, rojo, una mezcla de los anteriores, infusiones…, así como infinidad de especias que, si se prepara en casa, cada uno puede escoger aquellas que más le gusten. Si bien es cierto, la mezcla más conocida del es la de anís estrellado, canela, clavo, jengibre, semillas de cardamomo y pimienta. Se infusiona todo junto y da como resultado una bebida que habla por sí sola y que te transporta a lugares lejanos. Ahora que también se ha puesto muy de moda el yoga, también ha surgido una versión similar a la original que os comento arriba, pero eliminando el té, y que se ha popularizado en Occidente con el nombre de Yoga Tea (o Yogi) ya que se ofrece tras las clases de yoga.
Entre los beneficios más destacados del té chai se encuentran las propiedades antioxidantes, diuréticas y digestivas del propio té, el poder del clavo como analgésico natural, los beneficios antisépticos y expectorantes del cardamomo o la mejora del azúcar y el colesterol por parte de la canela.
En el ayurveda (nombre de la medicina tradicional de la India) la leche no sólo es una bebida, sino que se considera una comida en sí, como un pequeño y nutritivo plato. Y aunque pueda parecer raro, en realidad la mezcla de té y leche es deliciosa y casa en perfecta armonía. La leche rebaja el picante de las especias y éstas le dan a la leche un sabor, aroma y consistencia muy especiales. India fue una colonia inglesa, así que os empieza a sonar de dónde puede venir la tradición inglesa de acompañar el té con leche…
El chai latte es una bebida muy reconfortante y por eso hoy en día se ha convertido en un perfecto (si no mejor) sustituto del café. De hecho ha conseguido ser una de las bebidas más demandadas en las cafeterías occidentales y hasta desbancar en algunos hogares al café. Es una bebida que invita a experimentar con los sentidos. Aunque no sea el original (pronto igual os traigo una receta), el hecho de añadirle el chocolate creo que va a atraer a mucha gente, porque la verdad que tiene pintaza y os aseguro que sabe aún mejor. Os animo a prepararlo, la receta es muy fácil, está deliciosa y sus propiedades medicinales y aromáticas no tienen comparación. Si nunca has preparado un té chai antes, empieza probando con especias que te gusten o con una mezcla ya preparada que sea suave, verás como resulta una explosión de energía que te va a enganchar. Yo os recomiendo mucho esta marca y variedad, yo estoy obsesionada. Si no lo preparo en casa (como os enseño en la receta más abajo) uso esta opción: Elephant Vanilla Chai de David Rio.
Resumiendo, el chai se basa realmente en 4 ingredientes esenciales:
- Té: se suele utilizar un té negro fuerte, ya que las especias no pueden perder su sabor a la hora de combinarse.
- Endulzante: azúcar de coco, moreno, panela…
- Leche: vegetal mejor, pero puede ser animal. También se puede usar una parte de leche y otra de agua.
- Especias: tradicionalmente se usa una mezcla de jengibre, anís estrellado, clavo, canela, pimienta y cardamomo.
En estas semanas de confinamiento y donde es muy importante quedarse en casa, yo os propongo este súper plan: acurrucaros en vuestro sofá, poneros una buena película de fondo y ¡daros el gusto de tomar una taza de este chai hot chocolate!
Tiempo total: 10 min
Raciones: 2 personas
Dificultad: Baja
Ingredientes:
- 300 ml leche vegetal sin azúcar (o leche al gusto)
- 50 gr chocolate negro sin azúcar
- 15 gr cacao puro en polvo
- 15 gr panela o azúcar puro (u otro endulzante al gusto)
- 1 cda jengibre en polvo o 6-7 rodajas finas de jengibre fresco
- 3 ramas de canela (o al gusto)
- 5 clavos
- Topping: 100 ml leche de coco (full fat) fría (la lata tiene que estar en la nevera) + 1 cdita extracto de vainilla + 1 cdita azúcar glas
Elaboración:
Paso 1:
Pondremos todos los ingredientes en un cazo, los mezclaremos y los llevaremos a fuego medio-alto. Iremos removiendo de vez en cuando para que no se nos pegue la leche y controlando que no se salga del cazo. Cuando rompa a hervir, bajaremos el fugo a media-baja potencia y dejaremos que se cocine 3 minutos.
Lo retiraremos del fuego y lo serviremos en las tazas.
Paso 2:
Si queremos preparar el topping, será tan fácil como sacar la lata de la nevera y coger con una cuchara toda la parte «dura» de la leche de coco, que endurece por estar en la nevera. La pondremos en un bol y agregaremos la vainilla y el azúcar. Con unas varillas eléctricas batiremos unos 5 min, hasta que veamos que veamos que coja textura. Y listo, simplemente tendremos que ponerlo encima de nuestra taza humeante y disfrutarlo en conjunto.
Esta deliciosa crema también es un topping ideal para magdalenas, brownies, fruta fresca, crumbles… Si queréis hacer más cantidad u os sobra, os aguanta bien en la nevera (en un recipiente hermético) un par de días.