No sé si esto os lo he contado ya por aquí o no. Si no, genial, ahí va. Si os lo he contado, pues lo repito ? Como sabéis no soy vegetariana, pero sí que he reducido mucho el consumo de carne, en general me apetece mucho menos y prefiero platos con verduras, pero que no me quiten el pescado y ciertos embutidos. Además me gusta comer saludable y de forma equilibrada y la verdad que hay tanta variedad de platos vegetarianos que me gustan, que me resulta muy fácil preparar platos ricos, saciantes y completos. A esto se le suma que mi hermana hace unos meses sí que se ha hecho vegetariana, por lo que siempre que veo recetas que sé que le pueden gustar y que son súper completas para que se mantenga bien alimentada, me pongo a prepararlas y a hacer invenciones para que las pruebe. Es como mi conejito de indias, a la vez que le hago los tuppers para la universidad, que oye como moneda de cambio no está mal.
La lasaña es un plato muy común y fácil, que todos tenemos a mano. Yo suelo prepararla en cantidad para congelarla y tener un tupper ya listo cuando más lo necesito. También es un comodín cuando viene mucha gente a casa, porque simplemente es hacer una buena olla de sofrito, montarlo en varias bandejas y hornearla en el momento. La suelo dejar preparada el día anterior, así puedo estar tranquila y pendiente de los invitados. En casa solemos hacerla tanto de carne como de espinacas y siempre acompañada de bechamel. Pero cuando vi esta receta de Veggieboogie me pareció una maravilla: con la cremosidad del puré de patatas no es necesaria bechamel, el relleno es fabuloso y combina texturas y sabores. Es un plato contundente pero saludable y, lo que es más importante y para lo que hemos hecho este post, ¡es súper veggie!
Igual la combinación os puede parecer rara, pero os prometo que el bocado todo junto es maravilloso. Y además es una receta muy sencilla de elaborar.
¿Empezamos?
Tiempo total: 60 min
Raciones: 4-5 raciones
Dificultad: Baja
Ingredientes:
- 9 láminas de pasta para lasaña (o las que necesitéis según vuestra fuente)
- 4 patatas medianas
- 1 cebolla
- 10-12 setas (yo usé 5 champiñones y 6 «rovellons»/níscalos)
- 150 gr tofu
- 1 puñado espinacas
- 1 taza o 200 gr aprox salsa de tomate casera (o comprada)
- 2 tomates raf maduros
- 30-50 gr queso parmesano (o al gusto)
- Especias varias: nuez moscada, perejil, orégano, sal rosa, laurel
- Salsa de soja
- Aceite de oliva
Elaboración:
Paso 1:
Empezaremos poniendo una olla con abundante agua a hervir. En el agua añadiremos 1/2 cdita de nuez moscada, un poquito de perejil y orégano, un poco de sal y 2 o 3 hojas de laurel. Cuando hierva, añadiremos las patatas enteras, pero habiéndolas pinchado con un cuchillo.
Tardarán entre 20 o 30 min, dependiendo de la patata. Cuando estén listas, las colaremos pero sin tirar el caldo, que lo guardaremos para hacer el puré. Dejaremos que enfríen. Entonces las pelaremos, las chafaremos y corregiremos de sal. Iremos poco a poco añadiendo agua de la cocción, que tenemos reservada, hasta conseguir una especie de puré cremoso. Normalmente el puré se hace con mantequilla o leche, pero en este caso lo hacemos con el propio caldo. Queda igual de cremoso y además con un sabor súper rico por todas las especias añadidas en la cocción.
Paso 2:
Mientras se cuecen las patatas, seguiremos con el sofrito. Lo primero que haremos es picar la cebolla y pocharla. Cuando esté bien doradita y cocida agregaremos en la misma sartén las setas laminadas y el tofu también laminado. Lo ideal es cortar las setas y el tofu en láminas o cubitos similares, para que su cocción sea similar. Salpimentaremos al gusto y cocinaremos 7-8 minutos o hasta que estén blandos.
Luego agregaremos la salsa de tomate casera, que yo en este caso ya tenía preparada del día anterior. Espolvoreamos un poco de orégano y cocemos otros 7-8 min. En el último minuto de cocción añadiremos las espinacas y removeremos hasta que se ablanden por completo. Apagaremos el fuego y reservaremos.
Paso 3:
En paralelo en otra olla iremos cocinando las placas de pasta. Lo ideal es seguir las instrucciones del paquete, tanto en cantidad de agua como tiempo de cocción. Lo que sí os doy un truco, yo siempre el echo un poco de bicarbonato al agua, lo que ayuda a que no se peguen y sea fácil sacarlas del agua.
Paso 4:
También prepararemos los tomates. Los cortaremos a rodajas finas y los pondremos en un plato o fuente. En un vaso o bol mezclaremos 2 cdas de aceite de oliva, 1 cdita salsa soja, una pizca de sal y un poquito de orégano. Verteremos esta mezcla sobre los tomates y nos aseguraremos que se empapen bien, si hace falta los embadurnaremos bien con los dedos. Lo reservaremos y dejaremos que vaya cogiendo sabor.
Paso 5:
Cuando tengamos todas las elaboraciones hechas, solo nos quedará montar la lasaña. Mi fuente es de 35×25 cm, pero puede adaptarse bien a una de 40 cm. Primero puse una capa de pasta/lámina y cubrí con la mitad del puré de patata. Debe quedar una capa gordita, como de 2 cm. Por encima repartí la mitad del sofrito de setas y tofu y cubrí de nuevo con una capa de láminas de pasta. Sobre está repartiremos la otra mitad del puré y del sofrito y acabaremos tapando con más láminas (que en mi caso, como os decía arriba, fueron 9 porque por nivel me cabían 3). Encima de todo colocaremos los tomates bien empapados de aceite. Espolvorearemos el queso por encima (que es opcional, podríais no ponerlo) y nos lo llevaremos al horno, pre-calentado a 180ºC, durante unos 30 min o hasta que veamos que el tomate está doradito.
Lo serviremos inmediatamente y disfrutaremos de un súper manjar. Si lo deseáis podéis conservarlo en la nevera, en un recipiente hermético, hasta 3 días, o congelarlo.
¿Qué os ha parecido esta lasaña vegetal? A mi me sorprendió mucho su sabor y textura ?