Hacía ya un tiempo que no os traía una receta de pan, de hecho hacía bastante que no cocinaba pan en casa. He ido bastante liada y no he tenido mucho tiempo. En el blog tenéis recetas de pan rápidas y fáciles, así que no es excusa, pero mira…
El pan que prepararemos hoy es sencillo, pero os avanzo que requiere de paciencia porque su proceso de creación es largo. Son una especie de baguettes tipo flautas, con una miga aireada y una corteza crujiente.
Como siempre os digo, no le temáis a hacer pan en casa, es mucho más sencillo de lo que os imagináis y la satisfacción es máxima. No tenéis que pensar en que quede perfecto, ¿existe la baguette perfecta? La verdad no lo sé, ya os digo que la mía no lo es, de hecho levó un poco menos de lo que hubiera querido y me salieron con medidas distintas, pero el resultado fue toda una delicia. Como todo en la vida, es mucha práctica, pero ni siquiera yo que llevo tiempo haciendo pan, las tengo conmigo cuando hago una nueva receta. Os soy sincera, estaba un poco insegura durante todo el proceso, pero al sacar las barras del horno me quedé tan sorprendida con el resultado que cogí a mi marido y nos fuimos a la charcutería a comprar un buen jamón de calidad y cenamos unas tostadas con pan con tomate. ¡Ni en la panadería! Os prometo que con esta receta no os quedara ni mucho menos un pan malo, subirá más o menos, parecerá más o menos una baguette, pero su sabor será delicioso. Ya veréis que a la que empecéis a hacer pan en casa, de afición se convertirá en adicción.
Para empezar a practicar con recetas de pan, esta es una muy buena opción, porque es una receta de método directo, es decir que no tiene fermentos previos, y requiere de muy pocos ingredientes.
¡A cocinar!
Tiempo total: 1/2 día
Raciones: 3 o 4 flautas
Dificultad: Media
Ingredientes:
- 370 gr harina panadera (yo uso esta)
- 240 gr agua (no muy fría)
- 5 gr levadura para pan (yo uso esta). Podríais substituirlo por 15 gr de levadura fresca
- 10 gr sal
Elaboración:
Paso 1:
Pondremos todos los ingredientes en un bol grande y mezclaremos muy bien hasta que se integren todos los ingredientes. Después amasaremos 5 minutos y dejaremos reposar la masa dentro del bol, tapada con un paño. Yo voy a amasarlo a mano, si preferís hacerlo con un robot el proceso es el mismo, solo que tardaréis menos en acabar el proceso final.
Pasados 10 minutos, pasaremos la masa a la encimera o superficie de trabajo y la amasaremos 2 minutos, taparemos y haremos un reposo de 10-15 minutos. Seguiremos así, amasando a intervalos de 2 minutos y reposos intermedios de 10-15 minutos, tantas veces como sea necesario hasta que la masa pase la prueba de la membrana. Como os he contado en otras recetas, es cuando estiramos un poco la masa y podemos ver a través de una fina membrana de masa sin que se rompa. Este es el proceso que os comentaba que es más lento, pues se amasa muy poco cada vez, pero es lo necesario para conseguir un buen resultado final. Yo en total estuve cerca de las 3 horas hasta que pasó la prueba de la membrana.
Entonces haremos una bola, estirando bien los extremos y la pondremos en un bol con un chorrito de aceite para engrasar. Taparemos y dejaremos que fermente hasta duplicar su tamaño.
Paso 2:
Cuando la masa haya doblado, la pasaremos a la encimera o superficie de trabajo enharinada. Dividiremos la masa en tantas partes iguales como baguettes o barras quedamos hacer. Sobretodo tened en mente que quepan de largo en vuestro horno. Yo lo dividí en 4.
Cogeremos una porción y la aplanaremos con las manos hasta formar un rectángulo, desgasificando la masa. Enrollaremos, por el borde más corto, la masa sobre sí misma y formaremos como un rollito. Repetiremos el proceso con el resto de porciones y las dejaremos en la misma encimera, tapadas con un paño, y dejaremos reposar media hora.
Paso 3:
Pasado la segunda fermentación de la masa, será el momento de formar la barra como tal.
Cogeremos un rollito y volveremos a aplanarlo con la mano en forma de rectángulo. Cogeremos el borde corto inferior y lo doblaremos hacia el centro de la masa, sobre sí mismo, el borde debe quedar en el centro del rectángulo. Después doblaremos de igual forma el otro extremo de la masa, de manera que los dos bordes nos queden en la línea central del rectángulo inicial. Sellaremos el centro presionando con los dedos. A continuación, doblaremos las 4 esquinas del rectángulo hacia dentro, formando de alguna manera los picos de la barra.
Ahora doblaremos la mitad superior sobre la inferior, hundiendo el dedo en el centro, donde teníamos la línea central del rectángulo inicial, para ir sellándolo. Repetimos la operación una vez más, doblando la barra de nuevo sobre sí misma y pellizcaremos un poco los bordes para sellar la unión. Este último doblado igual os cuesta un poco, de lo que se trata es de estirar la masa para dar tensión a la superficie y que esta crezca correctamente en el horno. Así pues, aunque os parezca que no podéis volver a doblarla, sí podéis, y si hace falta estiráis un lado para poderlo doblar.
Una vez que tenemos formada la barrita colocaremos las dos palmas de las manos en el centro y rodaremos la barra hacia adelante y atrás al mismo tiempo que vamos separando las manos y estirando la masa hacia los lados para alargarla. Debemos intentar que el grosor de la barra se mantenga uniforme en toda su longitud y no os preocupéis si la veis muy fina, pues tiene que volver a levar. Tampoco la hagáis demasiado fina. Daremos forma a las puntas y listo.
Repetiremos el mismo proceso con el resto de rollitos.
Paso 4:
Cogeremos un trapo grueso de cocina y lo enharinaremos bien. Colocaremos una barra en un extremos, doblaremos un poco el trapo como creando una «pared», colocaremos la siguiente barra, volveremos a doblar el trapo, colocaremos la siguiente y así sucesivamente. Cuando estén todas, las taparemos con un plástico y dejaremos que fermenten.
Deben crecer, pero no es necesario que dupliquen el tamaño. El tiempo variará según la temperatura ambiente, cuando más cálido mejor.
Cuando veamos que queda poco para que lleguen al tamaño deseado, pre-calentaremos el horno a 250ºC, debe estar muy caliente cuando metamos el pan.
Paso 5:
Una vez hayan crecido las barras, las pasamos con cuidado a una bandeja de horno, colocándolas con la unión hacia abajo. Podéis ponerlas directamente sobre la bandeja o poner un papel de horno. Las greñaremos con una cuchilla o bisturí y las meteremos al horno. Las cocinaremos 10 minutos y después bajaremos la temperatura a 20ºC y las coceremos otros 15 o 20 minutos. Al sacarlas del horno las pasaremos a una rejilla, sin quemarnos, y dejaremos que enfríen por completo antes de cortarlas.
¡Y ya lo tenemos! Qué satisfacción el corte de la barra y qué delicia ese aroma a pan y harina que impregna toda la casa.
Espero que os animéis, porque mola mucho ??