Esta sí es la receta más fácil del mundo y de las más deliciosas que he probado en muuuucho tiempo. Se me hace la boca agua escribiendo el post, solo de pensar la delicia de este bread.
Lo podemos hacer sin prácticamente utensilios… dos boles para mezclar, un tenedor, molde sencillo y un horno, ¿quién necesita más? Para mi es un placer preparar dulces en casa, no soporto la bollería industrial, que solo sabe a azúcar o mantequilla. Los dulces en casa pueden ser más o menos saludables, pero siempre sabrás lo que llevan y podrás personalizarlo a tu gusto.
Si buscas un bizcocho realmente especial y jugoso, ¡lo has encontrado! Este banana bread o pan de plátano es un auténtico festival de sabores y texturas ya que la mezcla de plátano y chocolate es increíble. El dulce puré de plátano con el sabor amargo del cacao es una fantasía, pero se vuelve incluso mejor con el contraste del plátano entero de la decoración y las chips de chocolate derretidas en la superficie. Como podéis apreciar en la foto, el corte es espectacular: una miga densa pero húmeda, sabrosa, jugosa… ¡os vais a morir!
Ciertamente podéis hacerlo con cualquier tipo de plátano, pero sin duda os recomiendo plátanos o bananas que estén bien maduros (los que igual no te comerías de normal), incluso con manchas oscuras, ya que cuanto más maduro más dulzor tendrá (y por tanto no hará falta a penas añadir endulzante) y más cremosidad aportará al «pan», además de que serán más fáciles de triturar e incorporar en la masa. Así pues, además de ser una receta muy saludable y deliciosa, es una receta de aprovechamiento, pues a todos nos ha pasado que se nos han puesto plátanos «feos». Esta es la manera de sacarles partido.
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Tiempo total: 60 min
Raciones: 1 tarta (molde plumcake)
Dificultad: Baja
Ingredientes:
- 250 gr plátano maduro (aprox 2)
- 130 gr harina espelta integral
- 40 gr cacao puro
- 40 gr panela (o azúcar de coco o endulzante al gusto)
- 1 cdita bicarbonato
- 1 pizca sal
- 1 cda vinagre de manzana
- 1 cdita extracto vainilla (opcional)
- 75 gr aceite de coco
- 80 ml leche de almendra (o la leche deseada)
- 95 gr chips de chocolate (opcional)
- 1 plátano para decorar (opcional)
Elaboración:
Paso 1:
Empezaremos pre-calentando el horno a 180ºC.
Paso 2:
Seguiremos preparando las varias elaboraciones que más adelante uniremos. Primero chafaremos los 250 gr de plátano hasta que nos quede una especie de puré fino y sin demasiados grumos. A esto le agregaremos el vinagre, la vainilla y el aceite de coco que debe estar fundido. Removeremos muy bien hasta que todo se integre en una masa homogénea. Puede parecer que al principio cuesta, sobretodo por el aceite de coco, pero poco a poco se irá integrando.
En un bol a parte mezclaremos la harina con el cacao, la panela, el bicarbonato y la sal.
Paso 3:
Ahora que ya tenemos nuestros líquidos y sólidos será el momento de unirlos. Verteremos la mezcla de plátano sobre la de harina y con una lengua o espátula vamos a ir mezclando hasta que los ingredientes sólidos queden completamente húmedos y tengamos una mezcla homogénea y sin rastros de harina. Nos aseguraremos de repasar bien todos los bordes.
En este punto agregaremos la leche y, de nuevo con una espátula o lengua y movimientos envolventes la iremos integrando. Cuando tengamos una textura homogénea y menos espesa, sin rastros de harina o cacao ni grumos, agregaremos las chips (reservando unas cuantas para la superficie) y las repartiremos bien por toda la masa.
Paso 4:
Forraremos un molde tipo plumcake con papel vegetal y verteremos toda la masa dentro del molde. Nos aseguraremos que quede bien repartido por todo el molde, para que leve de forma homogénea. Daremos unos golpecitos al molde contra la mesa y lo moveremos un poco para alisar la superficie.
De forma opcional, podemos partir un plátano por la mitad (a lo largo) y colocarlo en la superficie para decorarlo. Como os digo, es algo totalmente opcional, pero la verdad que le da un toque muy chulo y además el aporta jugosidad a la tarta. ¡El bocado es irresistible!
Paso 5:
Lo llevaremos al horno durante unos 50 min o hasta que pinchemos con un palillo en el centro y salga limpio. Este es el único inconveniente de esta tarta, ¡que tarda mucho en hornearse! La casa se va llenando de un olor a cacao y banana que alimenta y te va a costar aguantar, pero debes dejar que se cocine bien.
Al sacarlo del horno, repartiremos las chips que nos habíamos reservado para la cobertura, cuando aún esté caliente, para que se derrita ligeramente. Este toque extra lo convierte en todavía más delicia. ¿Foodporn le llaman no?
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PS: podéis dejarlo enfriar en el mismo molde, aunque os recomiendo que pasados unos 15 min aproximadamente lo desmoldéis y dejéis enfriar sobre una rejilla, porque sino se humedece mucho. De todas formas, también podéis comerlo aún tibio, incluso con una bola de helado, ¡contraste irresistible!