¿Quién no conoce la mítica tarta helada Comtessa? Fue bautizada con este nombre en 1982 por Frigo: la empresa la presentaba como una tarta con mucho glamour y con la que deleitar la sobremesa de muchas celebraciones familiares, en hogares y restaurantes. En mi caso, la Comtessa siempre has sido el postre oficial de toda carrera de F1: cada domingo de carrera nos sentábamos todos en el sofá a mirar la competición con un buen trozo de esta tarta bien fría, fuese invierno o verano.
Y ahora aquí me tenéis, preparando una Comtessa casera. ¡Nunca pensé que un día estaría haciendo mi propia elaboració, ni que sería tan fácil! Con unos pocos ingredientes veréis como se consigue un resultado de ¡10! Simplemente se trata de preparar un sencillo helado de nata y unas láminas, que iremos intercalando.
Podéis prepararla en cualquier tipo de molde, pero el tradicional es uno alargado. En el caso de que la queráis desmoldar, os recomiendo usar uno de silicona, son una maravilla. De hecho, yo usé el de Lékué, que además viene con su bonito plato de porcelana que permite servir el postre directamente en el molde sin tener que pasarlo a otra fuente. Os dejo aquí el enlace por si queréis comprarlo.
Y por cierto, ¡feliz verano! Hoy estrenamos temporada y ¿qué mejor que con un buen helado? ☀️
Tiempo total: 40 min + 2h enfriado como mínimo
Raciones: 1 tarta (molde rectangular de 24 cm)
Dificultad: Baja
Ingredientes:
- 200 gr + 50 gr chocolate negro de cobertura
- 450 ml nata líquida para montar fría (mínimo 35% de grasa)
- 120 gr azúcar blanco
- 3 claras de huevo a temperatura ambiente
Elaboración:
Paso 1:
Empezaremos preparando las láminas de chocolate, para que puedan enfriarse y endurecerse mientras preparamos el helado. Para ello derretiremos los 200 gr al microondas en tandas de 15 seg, removiendo entre tandas para evitar que se queme. Cuando esté líquido, será el momento de estirarlo sobre un papel de horno. Verteremos un poco de chocolate en un extremo y con la ayuda de un pincel lo estiraremos del tamaño del molde, intentando que quede una capa bien fina. Es importante que sea así, porque sino nos costará cortarlo o morderlo dentro del helado. Repetiremos el mismo proceso hasta conseguir unas 5 o 6 tiras como se ve en la foto. Pondremos el papel sobre una bandeja y nos llevaremos el chocolate a la nevera a enfriar. Lo dejaremos solidificando.
Paso 2:
A continuación empezaremos a montar la nata en un bol. Debe estar bien fría y es mejor montarla con las varillas a media potencia. Cuando estén casi montadas, agregaremos la mitad del azúcar (60 gr) y acabaremos de batir hasta que estén completamente montadas. En este punto, nos llevamos el bol a la nevera y lo reservamos.
Paso 3:
En otro bol batiremos las claras con unas varillas eléctricas a velocidad máxima. Cuando empiecen a espumar agregaremos la otra mitad del azúcar y seguiremos batiendo hasta conseguir un merengue bien liso y brillante, que forme picos firmes.
Paso 4:
Recuperamos la nata de la nevera y agregamos el merengue a la misma, con movimientos envolventes y muy suaves. Debemos homogeneizar ambas masas, sin perder el volumen conseguido. ¡Y listo! Ya tendremos el helado de nata preparado.
Paso 5:
Sacaremos las láminas de chocolate de la nevera y con la ayuda de una espátula de metal o un chuchillo las iremos separando del papel, evitando tocarlas mucho con la mano para que no se derritan. Cogeremos el molde y pondremos una primera capa de helado de nata, repartiéndolo bien por toda la base del molde. Encima colocaremos una de las láminas de chocolate y cubriremos con otra capa de helado de nata. Continuaremos así hasta llegar a la superficie del molde. Os recomiendo que hagáis capas de helado finas para poder poner el máximo de láminas de chocolate posible. Así imitaremos al máximo la Comtessa original, demás de que el crujiente y contraste del chocolate y la nata son irresistibles.
La última capa por supuesto debe ser de helado y lo alisaremos lo máximo que podamos. Entonces lo llevaremos al congelador un mínimo de 2 horas y, si puede ser, toda la noche.
Paso 6:
Pasado el tiempo de enfriado y veamos que la Comtessa está bien firme y congelada, haremos el acabado. Para ello derretiremos los 50 gr de chocolate al microondas, igual que lo hemos hecho para el chocolate de las láminas, y lo pondremos dentro de un biberó, de una bolsa en la que cortaremos un pequeño agujerito en una esquina o una manga pastelera con una boquilla muy fina (máximo 3 mm de diámetro). Dibujaremos varias rayas superpuestas por toda la superficie y, como la tarta estará helada, el chocolate se solidificará de inmediato.
Si no la vamos a consumir en el momento, la guardaremos en el congelador. De todas formas, os aconsejo que para que no esté tan helada al comerla, la saquéis unos minutos antes de consumirla para que se atempere un poco y podamos disfrutarla al máximo.
Espero que disfrutéis esta receta tanto como yo lo he hecho. ¡Es el postre perfecto ahora que se acerca el verano!
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La hice ayer y está buenísima!!! Sabe totalmente a comtessa y muy rápida de hacer en comparación con otras tartas. Muchas gracias!! Una pena que no se pueda añadir foto, porque la hice redonda!!
¡Qué guay! Me alegro mucho que te haya gustado y gracias por compartirlo conmigo 🙂