Para mi los churros son sinónimo de domingo y de día de Reyes. Y os preguntaréis por qué. Os cuento, «sinónimo de domingo» porque, si alguna vez me doy el capricho de unos churros con chocolate, es un domingo por la mañana, bien tempranito, cuando aún parece que el mundo no se ha despertado. ¡Me encanta! Y «sinónimo de día de Reyes» porque en mi familia es tradición la mañana de Reyes desayunar churros todos juntos. Así que aquí me tenéis, aprendiendo con 26 años a cocinar churros caseros, ¡y quien me iba a decir que era tan fácil! Si lo sé me pongo antes a prepararlos yo misma.
Es una masa de lo más sencilla, con ingredientes que todos tenemos en nuestra despensa: harina, agua, sal y aceite. Además, la masa se hace sin batidora, solo necesitaréis una espátula de madera o una lengua repostera, así que no hay excusas para disfrutar de unos buenos churros con chocolate hechos en casa.
Como es tradición, los acompañé con un chocolate a la taza, pero también podéis comerlos solo con azúcar, mojarlos en café o cualquier otro topping de vuestro agrado. Si nunca habéis preparado churros caseros ¡no sabéis lo que os estáis perdiendo! Os aconsejo que os pongáis manos a la obra ya de ya!
Tiempo total: 30 min
Raciones: 9-12 churros (dependerá de la boquilla o churrera y el tamaño de churro)
Dificultad: Baja
Ingredientes:
- 140 gr harina de trigo
- 250 ml agua
- 1 cda aceite de oliva
- 1/2 cdita sal
- Aceite para freír
- Azúcar para espolvorear (opcional)
- Chocolate a la taza (opcional)
Elaboración:
Paso 1:
Pondremos en un cazo al fuego el agua y el aceite, a fuego medio, hasta que empiece a hervir. Una vez hierva, verteremos estos líquidos sobre un bol en el que habremos tamizado la harina y mezclado con la sal.
Paso 2:
Removeremos muy bien con una espátula o lengua repostera, hasta que integremos los ingredientes y nos quede una masa densa algo pegajosa, pero no mucho. Tampoco muy líquida. Si os queda demasiado pegajosa podéis añadirle un poco de harina, pero no os paséis porque debemos poder manipularla. Cuando tengamos el punto correcto de la mezcla, la dejaremos templar 10 min.
Paso 3:
Pondremos la mezcla en una manga pastelera con una boquilla de estrella grande o en una churrera, incluso podríais hacerlo en una manga sin boquilla o una bolsa cortando la punta (lo único que no te quedarían las rayas características del churro).
Si queréis hacer churros alargados, podéis directamente formarlos en la sartén, con muchísimo cuidado de no quemaros. Ponéis una sartén con abundante aceite, para que puedan flotar, y cuando esté caliente presionamos la manga o churrera para introducir el churro en el aceite, cortando con unas tijeras el final, según la largura que queramos hacer.
Si los queréis hacer ovalados, entonces os aconsejo que los montéis sobre un papel vegetal, como os enseño en la foto. Ponemos la manga o churrera en posición vertical y hacemos una forma ovalada, superponiendo ligeramente el final del churro sobre el principio. Cortamos la masa con unas tijeras y pasamos al siguiente. Cuando acabemos toda la masa, recortaremos el papel vegetal de la medida de cada churro. Luego sumergiremos los churros en el aceite, con el mimo papel, que tras unos segundo se separará del churro y retiraremos con unas pinzas o tenedor. Os aconsejo irlos moviendo para que no se peguen y no poner demasiados churros de una sola vez para que tengan sitio para flotar. Cuando estén bien dorados por ambos lados, los retiraremos del aceite y los iremos colocando sobre un papel absorbente para que chupen el exceso de aceite. Todavía calientes, recién sacados, le espolvorearemos el azúcar para que se pegue bien.
Paso 5:
Podemos comerlos así o preparar un buen chocolate a la taza, el acompañamiento estrella de los churros, caseros o no. Para ello simplemente seguid las instrucciones del fabricante (yo suelo comprar el de la marca Torres o Valor). Procurad comerlos lo antes posible, porque calientes es como están mejor.
Si hacéis mucha cantidad y no queréis consumirlos todos, antes de freírlos guardadlos en un recipiente hermético y llevadlos al congelador. Así tendréis un desayuno casero cuando queráis 🙂