Mi fruta predilecta sin discusión del verano es ¡la sandía! Y con el calor que hace en pleno verano en la ciudad, todo el día pienso en ideas deliciosas para refrescarme y mantenerme hidratada. Así que se me ocurrió hacer unos polos de sandía, pero para darle un toque más divertido fui un poco más allá y también les di apariencia de sandía. Han quedado unos helados súper divertidos, fresquitos y saludables, ya que solo llevan fruta natural y yogur.
Tiempo total: 20 min + tiempos de enfriado entre capas (1-2 h) y enfriado final (3 o más horas)
Raciones: 6 polos
Dificultad: Baja
Ingredientes:
- 400 gr sandía
- 1 yogur griego (o a vuestra elección, pero que sea blanco)
- 1 kiwi
Elaboración:
Paso 1:
Primero de todo, retiraremos todas las pepitas de los 400 gr de sandía y la trituraremos hasta conseguir una sopa de sandía. Veréis que se forma una espuma en la parte superior, con la ayuda de una cuchara la retiraremos antes de seguir con el siguiente paso. Colocaremos esta sopa de sandía en una jarra.
*Nota: Como quería hacerlo muy saludable y la sandía era muy dulce, no le agregué azúcar, pero si lo deseáis podéis ponerle 1 cucharada para endulzar.
Paso 2:
Prepararemos los moldes para helados y llenaremos 3/4 partes, de manera que quede espacio para las 2 siguientes capas. Si no encontráis uno de estos moldes o no queréis gastar dinero, siempre podéis hacerlo con vasos de yogur, vasos de plástico,… Lo llevaremos al congelador durante al menos 30 min o hasta que veamos que tiene consistencia, tipo granizado. En este momento le clavaremos los palitos de madera en el centro y lo volveremos a llevar al congelador al menos 1 hora. Si veis que está muy líquido y que los palillos se hunden, lo podéis dejar un poco más enfriando, dependerá de vuestro congelador.
De nuevo, si no encontráis los palillos de madera (yo los compré en una papelería en la parte de manualidades) podéis utilizar cucharas, pajitas u otros soportes que tengáis en casa.
Paso 3:
Pasado el tiempo de enfriado, pasaremos a crear la segunda capa, la de yogur. Debemos asegurarnos que la sandía esté bien dura o se nos juntará con el yogur. En mi casa hacía tanto calor que solo me daba tiempo a hacer 1 polo y tenía que volver a meterlo al congelador a enfriar antes de seguir con el proceso. Fue un poco lento pero os aseguró que valió la pena. Entonces, con la ayuda de una cuchara y con cuidado de no manchar todo el espacio y el palo, vertéis 1 cucharadita de yogur encima de la capa de sandía y con la ayuda de la parte trasera de la misma cuchara lo allanáis de manera que quede lo más liso posible. De nuevo lo llevamos al congelador al menos 1 hora.
Paso 4:
Finalmente ha llegado el momento de la tercera y última capa. Para ello, pelaremos y trituraremos el kiwi y, de nuevo con la ayuda de una jarra, lo verteremos encima de la capa de yogur hasta el límite del molde. Si es necesario, nos ayudaremos con una cuchara para repartirlo bien y alisarlo sobre toda la superficie. De nuevo lo llevaremos al congelador, esta vez un mínimo de 3 horas y si puede ser toda la noche, ¡mucho mejor!
Para desmoldarlos, un truquito: mojad el molde por fuera con agua caliente, no mucho, unos segundos, de manera que se despegue de las paredes y salga más fácilmente. Tiráis del palito y ¡a disfrutar!
Que verano más fresquito nos espera con este descubrimiento ?