Estos corazoncitos, ideales para San Valentín, tienen dos capas que te van a sorprender: una inferior de bizcocho red velvet y otra superior de tarta de queso… ¿cómo suena eso? ¡Demasiado rico! Y si le añadimos un marmolado como decoración, ya le ponemos la guinda al pastel. Una receta muy fácil, sabrosa ¡y amorosa! ❤
Tiempo total: 65 min
Raciones: 1 tarta
Dificultad: Baja
Ingredientes masa roja:
- 400 gr harina repostería
- 350 gr azúcar blanco
- 25 gr cacao
- 1 cdta sal
- 1/2 cdta levadura
- 3 huevos L
- 240 ml aceite de oliva
- 5 cdas leche entera
- 1 cdta extracto vainilla
- 2 cdtas vinagre de manzana
- Colorante rojo
Ingredientes masa blanca:
- 455 gr Philadelphia
- 130 gr azúcar glas
- 2 huevos L
- 2 cdts extracto vainilla
Elaboración:
Paso 1:
Ante todo, pre-calentaremos el horno a 175ºC y forraremos con papel vegetal una bandeja de horno clásica, grande, o un molde amplio especial para brazos de gitano.
Paso 2:
Empezaremos preparando la masa roja, para la que necesitaremos mezclar en un bol los ingredientes secos: la harina (previamente tamizada), el azúcar, el cacao, la sal y la levadura. Con la ayuda de unas varillas o una pala, removeremos bien hasta integrar.
Paso 3:
En otro bol grande, mezclaremos los líquidos: verteremos los huevos, el aceite, 2 de las 3 cdas de leche, el extracto de vainilla y el colorante y batiremos bien hasta homogeneizar.
Paso 4:
Seguidamente iremos integrando los ingredientes secos a los líquidos, en tandas de 3 o 4 cucharadas, para asegurarnos que se integra bien y no quedan restos de harina.
Removeremos bien toda la masa una vez hayamos vertido todos los ingredientes secos y corregiremos el color del colorante si vemos que nos ha quedado muy clarito. Siempre es mejor poner menos e ir añadiendo, ya que si nos pasamos no se podrá corregir y el color es la clave de todo red velvet.
Paso 5:
Una vez tengamos una masa integrada y densa, separaremos en una jarra medidora unos 180 ml aproximadamente. El resto de la masa la verteremos sobre la bandeja de horno forrada y la estiraremos bien hasta que cubra toda la superficie y quede con un grosor homogéneo.
Paso 6:
A la mezcla que hemos separado en la jarra, le vamos a añadir las 2 cdas de leche que nos quedaban para hacerla más líquida. Si es necesario podéis agregarle un poco más, la idea es conseguir una consistencia fluida para poderla verter por encima de la masa blanca, pero no demasiado líquida para que nos permita hacer formas.
Paso 7:
Es hora de empezar con la masa blanca, para la que vamos a batir con unas varillas eléctricas toda la Philadelphia con el azúcar glas. Batiremos durante unos 3-4 min, hasta conseguir una textura esponjosa.
Paso 8:
Cuando consigamos esa consistencia, será el momento de agregar los huevos y el extracto de vainilla. Seguiremos batiendo un par de minutos más, para que esponje un poco más. De nuevo debe quedarnos una masa no muy fluida pero sí blanda, por lo que si vemos que nos ha quedado muy espeso, podemos ajustar la consistencia con cucharadas de leche.
Paso 9:
Vertemos toda la masa blanca sobre la roja, que gracias a la diferencia de consistencias se mantendrán en dos niveles distintos y no deben mezclarse. Con la ayuda de una lengua repostera iremos extendiendo con cuidado la masa blanca sobre toda la roja, hasta cubrirla completamente.
Después verteremos la masa roja más fluida reservada sobre la masa blanca y con la ayuda de un cake taster, una brocheta, un cuchillo afilado,… formaremos dibujos arriba y abajo, como más os guste, pero que queden ondas bonitas.
Paso 10:
Llevaremos la tarta al horno, durante unos 30 min aproximadamente o hasta que veamos que está cuajada y que si movemos la bandeja no tiembla en el centro. Al retirarla del horno, la dejaremos en la misma bandeja pero sobre una rejilla para que enfríe.
Paso 11:
Cuando esté completamente fría, con mucho cuidado podemos retirar el papel vegetal de la bandeja y trasladar todo el bizcocho sobre la superficie de trabajo, aunque también podemos hacer el siguiente paso sobre la misma bandeja.
Paso 12:
Con la ayuda de cortadores en forma de corazón, recortaremos toda la masa. Yo utilicé dos medidas diferentes para tener más variedad, pero tenéis total libertad. Incluso podríais cortarlo con un molde grande.
En cualquier caso, debemos asegurarnos de presionar bien con el molde para cortar el bizcocho y retirarlo con cuidado por si se hubiera pegado ligeramente a la base. ¡No queremos que al levantar el corazón se nos quede la mitad pegada a la base!
La combinación del cheescake con el red velvet os prometo que es una delicia para el paladar y podréis conquistar a los más difíciles ????